Drip drop, de Dion.
martes, 12 de febrero de 2019
La cabra siempre tira al monte
Ahí iba el coche ligerito, pero sin sobrepasar los
límites de velocidad. Cargadito con todas sus cosas y con la música a todo
meter. Su melena al viento. Todo iba a ser mejor de ahora en adelante, pensó
intentando que el sol tostase sus hombros traslúcidos del invierno pasado. Había
decidido cambiar de vida, mientras antes le gustaban unas cosas ahora se había
inoculado otras. Hablaba de conectar con el cosmos y trascender a la verdad. Su
novio le había dado puerta porque estaba cansado de sus paliques sobre el
origen de las cosas y las actitudes que te reconectan con la consciencia. Se mudaba
a la costa, a una casita aislada cerca de una playa de callaos y a la que solo
iban hippies y santeros. Todo empezaba para ella, mientras Jeremías sabía que
la cabra siempre tira al monte y que tarde o temprano toda aquella nueva
santidad que revestía a su hija se desvanecería…
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