Ha llegado el día. No podré dormir, lo sé. Pero es que hoy no será uno cualquiera. Echo la vista atrás y me veo hace 26 años bajo una parra. Jugando con los clics de playmobil, en casa de Mishel. Noely canta una canción. Lady, Lady se pinta los ojos de azul. Y ahí descubrí Eurovisión. Apenas tenía seis años, pero ese fue mi primer recuerdo del eurofestival. Esa melodía tarareada por los hermanos Martín me retumba aún en el estómago. Ha llovido demasiado. Después llegó la elegancia con La fiesta terminó y ese ritmillo tonto de Made in Spain. El 86 no fue un buen año y Patricia Kraus siempre me pareció que chillaba, igual que Nina. Me reconcilié en el 90, con el bandido que ha robado con cuento la sangre y la vida de mi corazón. Su ausencia en mis noches provoca lamentos, suspiros y llantos de oscura pasión... O algo así. No lo pude evitar esta canción me ha acompañado siempre. Es parte de mí, tal vez porque aún hoy sigo esperando unos ojos que me roben el alma. Para mí, los mejores años llegaron con Sergio Dalma, Eva Santamaría y la primera vez de Zubiri. Lo de Alejandro Abad no tuvo nombre. Lo peor es que yo quería que ganase. No quiero morirme sin ver ganar a España, pensé y pienso. En el 94 era feliz y fue una edición que digerí gracias a las tortas de mi madre. Me encantan, nadie las hace como ella. Nunca se lo digo –debo ser un tonto-, pero quiero mucho a mi madre y también a mi padre. El éxito de Anabel Conde me pilló por sorpresa justo después de una excursión a La Caldera y viendo el eurofestival comí los restos de mi aventura. Carbonel, Llunas y Herzog pasaron sin pena ni gloria. De éstos, el último fue el peor. Aunque nada comparable con el regalito ‘envenenado’ de Ágata Ruíz de la Prada a la pobre e incomprendida Lidia, que acudió con una balada muy moderna y sabía que iba a pasar 'algo' especial. La segunda vez de Zubiri estuvo bien, pero me quedo con la primera y el Dile que la quiero sonó mucho, pero nada comparable con lo de Rosa de España. Me hizo soñar y eso no es tan fácil. Yo también creí que el 2002 sería el año de RTVE, pero no pudo ser. Las canciones de Beth y Ramón estuvieron bien. Las dos me gustan, pero tengo especial debilidad por el grancanario. Cosas de la lejanía, supongo. No pude ver a Son de Sol, pero su tema también me moló. A las Ketchup las vi a hurtadillas en el ordenador de mi trabajo. En el zulo de Porlier. Entre crónica y crónica oí, a través de una web extraña, como pedían un blody mary. Después tuve que desconectarme y seguir en el tajo. Entre canastas y goles, que dicen que son amores. El año pasado siempre aposté por la canción de Rebeca y, creí, iluso, que combinándola con D’Nash la cosa iría bien, pero me equivoqué y España tampoco ganó. Lo de este año lo tengo más claro. Yo voy con Rusia.
http://es.youtube.com/watch?v=bawnwSYOCFU
Pdt. Se me quedan muchas anécdotas en el tintero. Lo sé, pero ya las iré contando poco a poco. Por si hay algún despistado, les dejo un link en el que se recogen todas esas esperanzas que he tenido a lo largo de los últimos años. Toditos los videos están ahí. Disfrutenlos. Un abrazo.
http://www.eurosongcontest.net/videosespaaesc.htm
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