Ha vuelto a pasar. Estaba despistado tecleando y he visto cómo me mirabas. Estabas sentado entre chicas, pero cuando yo pasaba -como un tonto buscando a una diputada de Fuerteventura- sacaste la cabeza para ver quién andaba por allí. Fueron dos o tres veces en toda la mañana, pero te pillé. Y es extraño. Tu osadía me ha devuelto la alegría, confieso. Esa que pensé se había ido con la lengüeta de mis tenis azules a un lugar lejano y apartado –sí, pensarás que estoy loco, pero prometo que otro día te contaré el triste sino de mi lengüeta triste, perdida y azul-. Me entretuve viendo cómo, al otro lado de la bancada, disimulabas para ojearme de reojo. Me dio pudor devolverte la sonrisa. Ibas con un suéter oscuro y dudé sobre cuántos años más que yo tendrás. Después tuve que dejar de pensar en esto para centrarme en el hijo de una amiga que, con cinco años, quiere ser poeta, actor y surfero. Me pareció extraordinario. Reconozco que ante esta certeza y las dudas que acerca de tu sexualidad me asaltan preferí continuar y zamparme un perrito caliente al final del día. Pues eso, feliz noche.
http://es.youtube.com/watch?v=NNC0kIzM1Fo
Pdt. No sé si antes he colgado esta canción, pero hoy me apetece dormirme tarareándola...
No hay comentarios:
Publicar un comentario