Todo el mundo dice cosas. Y yo me siento en el medio de todas las tormentas. A la intemperie e indefenso, tomando partido sin querer. Blancos y negros. También azules y naranjas. Nubes de colores. Dictas sentencia y te colocas en un pedestal. Por encima de todos los mortales. Y que sobrevueles por encima de nosotros, los que estamos a ras de suelo, me da miedo. ¿Quién eres? En ese juego hay otros que te condenan. Y yo lo oigo todo con mis oídos en desasosiego constante. Mi piel se desazona. También mi estómago. Me rebelo. “No quiero saber nada”, zanjo, pero ya todo esto es una bola tan grande que no puedo salirme de una espiral que sólo piensa en una cosa, la maldita crisis. Y justo hoy tus letras me golpean. Me hacen pensar en mi vida y también en lo que hago y quiero hacer. Me planto unos segundos y vuelvo a creer que te has colocado alejado del resto. Allá arriba, sin alma. Las nubes de hoy, buenas, malas y regulares, me han trastocado. Y todos hablan de lo mismo. Al final, en mitad de unas escaleras, me confieso casi sin que se note: Todo esto me da asco.
http://www.youtube.com/watch?v=-xSEKY9PHzA
Pdt. No sé el por qué la foto de hoy, ni tampoco la razón de las palabras y mucho menos por qué esta canción, pero supongo que ya eso da igual...
1 comentario:
Allá abajo, sin cuerpo.
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