Sonríes. Cuando parece que no, lo haces. No puedes evitarlo. No quieres. Te dejas llevar. Piensas en lo bueno y en lo malo. Estás en un sillón, organizando cosas. Desperezándote, o todo lo contrario. A estas horas, todo se confunde. Cuando una puerta se cierra, se abre otra. Siempre es así. Una y otra vez. Y suena la música. Todo da vueltas y piensas. En luces de colores, en ojos y en miradas. Respiras. El mañana no existe, es una mentira, como tantas otras. Ya no hay espacio para pensar en cosas tristes, ni malas. Sólo en caricias. Sólo en ellas. En las que están por venir. Después el estómago ruge. Te has olvidado de comer. De chascar algo. Pero te resiste a admitir que eres humano. No quieres sentir otra cosa, únicamente sonrisas, miradas y caricias. Y mientras tanto sigues pensando, pensando a secas.
http://www.youtube.com/watch?v=4A2oJPAvhXc
Pdt. En su día llegué a odiar esta canción, pero cuando oigo esta versión los pies se me van... Al final, el Tete ganó y eso me ha hecho recordar a los otros acánidos... un abrazo y suerte.
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