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Superar exige asumir, no pasar página o echar en el olvido. En el caso de una tragedia, requiere, inexcusablemente, la labor del duelo, que es del todo independiente de que haya o no reconciliación y perdón. En España no se ha cumplido con el duelo, que es, entre otras cosas, el reconocimiento público de que algo es trágico y, sobre todo, de que es irreparable. Por el contrario, se festeja una vez y otra, en la relativa normalidad adquirida, la confusión entre el que algo sea ya materia de historia y el que no lo sea aún, y en cierto modo para siempre, de vida y ausencia de vida. El duelo no es ni siquiera cuestión de recuerdo: no corresponde al momento en que uno recuerda a un muerto, un recuerdo que puede ser doloroso o consolador, sino a aquel en que se patentiza su ausencia definitiva. Es hacer nuestra la existencia de un vacío.
http://www.youtube.com/watch?v=-8JRtGMBUz0
Pdt. Con esto de mi desmemoria se me había olvidado que hace unas semanas yo, como media Europa, ya había apostado por Alexander Rybak que va este año con Noruega a Eurovisión. Otros que se merecen suerte son Bosnia, Ucrania, Azerbaiyán y Turquía...
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