Este es el momento antes del momento. Miro los dígitos del reloj, aguardándote. Ahora me buscas y sigo siendo banal, a mi pesar. No miras hacia ningún lado. Sólo me buscas, sin saber que no soy esa que tú te imaginas. Banal, a mi pesar. ¿Qué quieres conseguir? ¿De quién huyes tarareándome canciones tontas? ¿Por qué ahora y no antes? Demasiadas preguntas y demasiado cansado para encontrar respuestas, que no para buscarlas al albur de los buenos deseos. Pienso en ti. En tus ojos verdes mientras me acuna tu dulce voz. El tic tac avanza implacable. Se acerca mi hora, que no es la tuya. Y busco cobijo, pero ya no quedan paraguas para mí en este agosto infernal que se avecina, el que todos pronostican y no termina de llegar, ni de acariciarme. Quiero salir a la calle a por uno, que sea de colores y con flores de papel, pero me abstengo porque puede que llegues antes de tiempo, ya que el cronómetro inclemente no se detiene. Y vuelvo a encontrarme, y ya van unas cuantas, en un cruce de caminos, sin destino. Me apetece pintarme los labios de rojo intenso y de puta, ponerme los zapatos de tacón para que te pongas cachondo y, por qué no, rechazar cualquier señal de normalidad. Pero me contengo y renuncio porque puede que llegues antes de tiempo, ya que el secundero de mi reloj de arena, impasible, no se para ante mis súplicas. Y vuelve la intranquilidad por no tener paraguas y... después respiro porque suena tu llamada y sé que estás por venir. Diez minutos, dices y tantos años se me hacen escasos para ponerme guapo porque quiero que dejes de preguntar y porque sé que soy todas tus respuestas.
http://www.youtube.com/watch?v=mZbQgTlT1Y8
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