Una lágrima suave aparece tímida. Sin razón. No sabe si salir definitivamente o aguardar un rato más a tiempos mejores. Quieres huir lejos y no volver a escuchar las voces mundanas que acompañan tu cotidianeidad. Las de todos los días y que consiguen exasperarte. Sólo esas, las tristes y negativas. Y un deseo toma cuerpo. Tumbado en una playa, escuchando el runrun de las olas rompiendo traviesas una y otra vez. Y ese soniquete te acuna. Tu piel comienza a coger color y sabe a sal. Tus dedos juegan con la arena y sabes que no necesitas nada más para estar feliz. Y vuelves a la realidad. Al ruido de los camiones y a las tonterías diarias. A las mil piedrecillas en el camino y a la gente que pasa de largo a tu alrededor. Sin mirarte a los ojos, porque a día de hoy son ellos los ciegos, que huyen y titubean por cobardes. Después desmientes, una y otra vez, el mismo rumor y te sabes cansado. Algunos te sorprenden, pero sigues dando explicaciones y hay instantes en los que te gustaría explotar, pero optas por no dejar escapar esa lágrima que suave aparece tímida y sueñas.http://www.youtube.com/watch?v=dnoukqovEO8
Pdt. Este año aún no tengo favorito para el Eurofestival. Podrían hacer cosas interesantes Grecia, Montenegro, Armenia o Suiza... dios dirá. Además rescato la propuesta de Raphael en 1967, 'Hablemos del amor'
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