miércoles, 6 de mayo de 2009

A la espera de buenas nuevas...

A la espera de buenas nuevas. Aparece el sol. Sin rastro de las nubes. Tal vez vuelvan. O no. Ya nunca se sabe. Todo se repite. Una y otra vez, incansable. Las malas noticias y también las lágrimas. Los recuerdos tontos y los anhelos irreales. Un mundo lleno de imperdibles que nunca se encuentran. Reencuentro tu piel mientras duermo. Tu cuello y tus orejas. Ya despierto creo atisbarte a lo lejos. A veces eres tú y otras no. Me confundo y eso me pone triste. Todo se repite y regreso al final. Por eso mayo y junio serán tiempos convulsos. De recuerdos inhóspitos. Hace justo un año del primer gran desencuentro. Del principio del fin. Del basta ya. Y eso me revuelve las entrañas. El sendero que me ha traído hasta aquí ha sido tortuoso y en él he tenido que expiar mis culpas. Aprendiendo cosas nuevas y sabiendo de mis errores, pero siempre en silencio, lejos. Algunas cosas que he visto en este tiempo no han sido agradables. Más bien todo lo contrario y es que la realidad en ocasiones puede ser mucho más dolorosa y cruel que ‘El verdugo’ de Luis García Berlanga. Ahora estoy en mitad del camino. En una gran llanura por donde cruzan varias autopistas. Unas llenas de coches. Otras en cambio están viejas y destartaladas, sin almas que llevar a ningún sitio. No sé muy bien por donde echar a andar. En la cabina que hay junto a mí hay un teléfono que suena. Al otro lado no siempre hablan de enfermedades o de la cifra de parados y por eso continúo a la espera de buenas nuevas.

http://www.youtube.com/watch?v=dE6Qcc6VDo8

Pdt. A Lauryn Hill la descubrí a finales de los 90...

2 comentarios:

Iara dijo...

me pasa a mí también: no saber qué dirección tomar; anda, simplemente, ya encontrarás el camino...

Ce Castro dijo...

buen consejo, sin lugar a dudas. un abrazo.