Viajo sentado, mirando lo que pasa tras el cristal. De fondo una conversación extraña, de dos desconocidos. Están juntos, pero se acaban de conocer. Uno rozará los setenta y le cuesta andar, el otro, más joven, tiene dos veces mis kilos y algún año más que yo, pero no demasiados. Se dicen cosas sueltas. El señor mayor se define como alguien que le da a todo. Le pregunta dónde trabaja y por cuáles son sus gustos. El otro sólo sonríe timorato. Al final le pide que se mida la mano. Todo está en proporción, o algo así, afirma con tono concupiscente el anciano que se relame pensando futuros próximos. A los segundos se aparta vencido, pero en sus ojos aún vive el deseo. Hay quien no se corta un pelo, dice el joven para justificarse o para desligarse de algo que no cortó de raíz porque fue él quien mantuvo su rodilla calentando y dando vida a los muslos del abuelo. Prefiero no pensar en lo escuchado y pongo música. Tengo la espalda escurriendo. El bochorno ha llegado y avanzo sin metáforas. Me adormilo y entre sueños aparecen muchas personas. Rubias y de ojos claros. Una detrás de otra, como un carrusel sin fin. Alcanzo mi destino o eso creo yo. Pero sigo viajando, aunque no lo sepa. Aterrizo en un lugar en el que ya no importan los silencios, dónde se respeta a aquellos que callan y quieren guardar secretos. Y se me amontonan las ideas hasta que decido descansar un rato. Tumbarme a la sombra de un árbol y mirar a los perros que pasean lejos...
http://www.youtube.com/watch?v=ucODEFzaVpY
Pdt. Me entero de que no van a hacer una segunda temporada de 'La chica de ayer' y me parece que no es justo...
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