Después de las viandas, las risas, los dedos, las canciones y los labios de almíbar la luz se apagó y no quedó nada. El vacío. Con la muerte de los focos la alegría intangible huyó lejos y caímos en la cuenta de lo efímero de todo lo vivido…
Pdt. Dice la canción: Se me agota ya la paciencia por ti esperando...
1 comentario:
Bonito blog. Un saludo.
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