Quizá era
martes o miércoles. Hacía tiempo que Hache no sabía en qué día vivía. De vez en
cuando miraba por la ventana para confirmar si había sol o sólo oscuridad. Andaba
aferrado a un pequeño cuaderno de notas lleno de recuerdos. Se preguntaba por
qué todos habían desaparecido. Cuando su suerte cambió, uno por uno, sus amigos
comenzaron a disiparse. Dejaron de llamarle, de preguntarle cómo estaba o
simplemente de desearle los buenos días. Sabía que en tiempos de guerra son
imprescindibles los cascos y que en la selva impera el sálvese quien pueda,
pero estos saberes ciertos le producían una inmensa tristeza. “Estás solo”, le
repetían una y otra vez. Hache quería darle la vuelta a las cosas, quería dejar
de pensar en blanco y negro para pintar su entorno de colores...
2 comentarios:
le mando estos crayolones de Infantozzi que son los mejores!!
http://www.infantozzimateriales.com/tecnicra.htm
Varias técnicas para que llene ese cuaderno de colores y nueva vida.
Invente otros mundos y decida incursionar en uno de ellos, conocer otros seres y volver a soñar de colores.
Cierto que solos llegamos y solos nos iremos. Mientras tanto pasémoslo lo mejor posible!
Las lindas tardes de verano me tienen un poco alejada de la computadora. De todas formas igual te leo! Hasta pronto.
Estoy deseando que lo haga. Que por fin se anime. Besos.
www.sobrevolandoloscuarenta.blogspot.com
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