viernes, 18 de enero de 2013
Con la soga al cuello
Los
últimos acontecimientos habían dejado a Hache en la estacada. Con la soga al
cuello. La mayor parte del tiempo poco tenía que hacer, a veces le daba por
salir a las calles sin rumbo fijo buscando algo que no terminaba de llegar. Veía
como las fachadas iban avejentándose y las papeleras rebosaban de
insatisfacción. Era como si todo hubiese retrocedido veinte años, la gente era
menos alegre y el aire, rancio, asfixiase todo lo que tocaba. Había días
difíciles y éste había sido uno. Hache no terminaba de acostumbrarse a que el
viento soplase en contra. Ahora de regreso de casi todo, veía como los
contenedores de basura se vaciaban pronto, los pobres nunca dejaban que se
llenasen… Y, sin embargo, había instantes en los que Hache sabía que saldría de
ésta.
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3 comentarios:
Sale seguro. O por lo menos, eso esperamos.
Ojalá sea así. Un abrazo Lola
Ojalá sea así. Un abrazo Lola
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