Fiesta en el infierno, de Fangoria.
martes, 2 de mayo de 2017
Los culpables del color del mar
Nunca el color del mar es dos veces igual. En ocasiones
es plomizo y en otras se transforma en turquesa. Los rayos del sol lo
convierten incluso en plata centelleante y el cielo en azul celestial. Todo depende.
Sus colores son responsabilidad del fondo, del aire, de la luz, pero sobre todo
de los ojos que lo miran, de la alegría o la pena que los guía. Cuando todo va
bien, el mar es alegre y las olas revolotean cual mariposas en primavera y, sin
embargo, cuando las cosas se tuercen ganan el desasosiego y las tinieblas. Así ha
sido desde que recuerdo...
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