Y al final está el desamor
Las nubes no ayudan. Debe ser eso. He despertado con
esta pesadez que nos caracteriza a los que hemos perdido. Intento explicar lo
que siento, pero no es fácil hacerme entender. Me escuchan, pero no me
comprendes. Busco las palabras, al menos lo trato, pero no llego. No soy capaz
de decir exactamente lo que sienten los que fracasan, lo que siento. Es algo en
el estómago y luego también está el miedo. Ese temor que nos dice que puede ser
que no ocurra lo que esperamos, que nuestros intentos pueden convertirse en
fallos. La edad tampoco ayuda. Cada día que pasa la vida me pesa un poco más. Lo
noto al respirar, incluso al mirar. Y al final también está el desamor, esa
sensación de que ya nadie quiere de verdad…
Pd. ¡Vaya veranito que llevamos!
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