Que le zurzan
La pasada madrugada hubo movida. Sí, y de las gordas. Eran
como las cuatro cuando un estruendo despertó a medio barrio. Bueno, solo a las
doñas de mi edificio, el resto siguió durmiendo como si nada. Al parecer, según
pude contrastar con mis fuentes (las doñas) al día siguiente, Zacarías vino un
poco mareado y comenzó a armarla como siempre. Mira que es patoso. Se tropezó
con la planta del rellano y le vació toda la tierrita al pobre ficus, tan
bonito que estaba. Y cuando en la escalera todo volvió a la silencio fue cuando
realmente se montó. Mitad de la casa de al lado se vino abajo. Desde hacía
mucho tiempo, todo el vecindario exigía al alcalde que hiciera algo con aquella
casa porque cualquier día iba a ocurrir una desgracia. Se caía a cachos. Y así
mismo fue. No quedó un bloque en pie. Bueno en realidad, se calló un pequeño
techo y los ocupas tuvieron que desalojar. A primera hora ya estaba la policía
local, a la que nadie llamó, vallando y acordonando la zona… Y ahora las doñas,
mis doñas, están que no viven, con la preocupación en el cuerpo. Porque aquí
nadie hace nada y para lo que pudo haber pasado, no pasó nada… Y ahora nuestra
manzana está horrible, que parece que no vive gente, con esas mallas negras. ¿Dónde
va a aparcar ahora Tinín, que siempre tenía el sitio cogido? Ni que fuéramos
del tercer mundo. En fin, que todos son unos ladrones, que solo quieren coger y
al pueblo que le zurzan.
Pd. Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad...
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