La llama de aquella pequeña vela temblaba al ritmo del aire del invierno. Se consumía poco a poco, esperando a que las piezas del puzle se colocasen caprichosas. Antes o después lo harán y más ahora que Luc sabe que las únicas cosas que funcionan en esto del amor son las sencillas, las fáciles y las que huyen de las complicaciones. Empeñarse en escalar una montaña escarpada puede resultar, pero a la larga, una vez en la cima, los esfuerzos no siempre suelen valer la pena. En estas cuestiones el tiempo es caprichoso y cuando da su visto bueno no suele haber inconvenientes. Más o menos fácil todo es andar por un atajo lleno de flores y árboles. A veces te cansas, pero en cada parada toca una fiesta, llena de confeti y globos de colores. Cada mañana al despertar, Luc recuerda que no transita un valle de lágrimas, sino una aventura cuya recompensa es sentir el amor vivo recorriendo su extraña piel…
2 comentarios:
Precioso lleno de sentimiento y sensibilidad. Enhorabuena por tu blog
Saludos. Mayte
Muchas gracias, Mayte por tener el bonito detalle de dejarme un comentario contándome tus impresiones sobre azultokio. Un abrazo
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