Bandera roja
La batalla está siendo más compleja de lo que esperaba. Lo reconozco, la
victoria está aún lejos. Todo parece indicar que todavía faltan muchos días
para que esto se esclarezca; y, a pesar de ello, ahí sigo, intentándolo, sin
desfallecer. Es la única vía posible, mientras el mar siga rompiendo
furioso contra los riscos. Qué más da que la bandera roja ondee, desangelada.
Lo único que importa es no rendirse, al menos hasta mañana.
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