Vuelve a sonar la música. Contra viento y marea, ahí sigo, en la lucha. El objetivo es que las cosas del día a día, las mundanas, no duelan demasiado, que las heridas no se me hagan eternas. Todo está en intentarlo, en perseverar. No se puede desfallecer, porque si lo haces estás perdido. La vida, a veces, duele demasiado, aunque haga sol en pleno invierno. Debe ser asunto de la calima, pero hay que volver a empezar. Siempre hay que volverlo a hacer, la otra alternativa ya no es viable. Lo dejó de ser justo en cuanto te fuiste dando un portazo. Aquella música dejó de sonar y sin embargo aquí estoy, escuchando los ruidos la vida.
Llévame muy lejos, de Amaral.
2 comentarios:
buenísimo!!
saludos
Muchas gracias por detenerte un segundo a leer. Un abrazo fuerte.
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