Las
fuerzas me fallan. Se han ido lejos. La ventana me queda demasiado lejos, igual
que los ruidos de la calle. Desde hace días, el dolor se ha ido asentando en mi
cuerpo y la enfermedad se va haciendo fuerte. Todo se ve distinto, un poco peor
que antes de la crisis. Todas las cuerdas terminan cediendo y se rompen por el
punto más débil. Todas, incluso las de mentira. Nada hay que cien años perdure.
Y sigo tumbado en mi cama, esperando.
2 back to 1, de Ryan Sheridan.
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