Nada se detiene, nada te espera. Nada. No respiras, pero el calendario avanza. Nadie lo detiene para ti. Si quisieran lo harían, retumba en tus oídos y comienzas a dar vueltas sobre ti mismo como si no supieras qué hacer. Temes que la única vía de escape sea irte por el desagüe, y calibras si giras en el sentido de las agujas o lo haces al revés como si estuvieras en el otro hemisferio. Y mientras meditas, piensas, le das vuelta a lo mismo todo sigue andando a tu alrededor porque nada se detiene, nada te espera...
Mujeres liberadas, de Melina León.
2 comentarios:
Sabemos qué hacer, sólo cuesta aceptarlo...hay que seguir pues nada se detiene...
Volver a leerte es siempre un placer. Gracias por hacerme conocer música nueva...
Abrazo amigo Ce!!!
Qué alegría Martina. Gracias a ti por no irte nunca. Un abrazo.
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