Se acabó la guerra.
K se dio por vencido un jueves de carnaval. No quería más. Estaba cansado,
harto de tanta batalla sin final feliz. Ahora le apetecían otras cosas, alguna
buena. Bailar hasta el amanecer. Despertó de un mal sueño y sus sábanas estaban
mojadas de tanta desgracia. Quiso izar una bandera blanca, se rendía y ahora le
tocaba firmar su capitulación. Lo haría al alba. Lo perdería todo, pero habría
conseguido paz. Una cosa por otra. Una mañana, ya hace demasiado tiempo, le
dijeron que las únicas guerras que no se ganan o que siempre se pierden son las
que no se luchan, y se lo creyó a pies juntillas. Ahora tanto sufrimiento
después se preguntaba si habría merecido la pena, si no hubiera sido mejor
haberse dado por perdido desde un inicio. Ya no recordaba todos los muros
contra los que se había estampado sin contemplación. Demasiados. Se acabó la
guerra y lo supo justo cuando vio que Lola se había llevado todas sus cosas. Ya
no estaba su maleta carmelita. Ni sus zapatos de tacón. Miró en el baño, pero
ni rastro de sus pinturas. No quedaba nada. Y ahora él estaba como debajo de
una tenue capa agua, sin poder respirar. No tenía más batallas, ni guerras que
lidiar. Se había quedado solo, triste y solo...
'Bye bye love', de Madeleine Peyroux
5 comentarios:
Es como el final de "Shakespeare in Love", She could inspired new plays, even tears with ink and blood
:(
Que guay, polaroids leerte. La peli la vi hace muchísimo tiempo... quizá haya algo de eso o no, nunca se sabe jejeje. Andrés, ojalá pronto haya un :)
¡Esa Lola no sabe lo que hace!
Afortunadamente no todas las Lolas son iguales ;)
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