Sin cortador de pizza
Cuando los cables se enredan es complicado
desenredarlos. Igual que cuando las pizzas se quedan sin queso. A veces la vida
nos lleva por terrenos complejos. A veces la vida es un pelín traicionera. Lo que
toca cuando pasa eso es respirar hondo y admitir que son con estos con los
bueyes que toca arar. No siempre tenemos cortador de pizza y por eso no nos íbamos
a quedar con hambre…
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