No es fácil admitir que no se es una buena persona, que aunque en
apariencia seas alguien normal –o incluso hasta algo bonachón- en el fondo no
lo eres y que todo lo has construido lo has hecho sobre una premisa falsa. Tampoco
es sencillo vivir con miedo de que tus pies de barro se vayan al traste. Este mundo
de apariencias es lo que tiene, nada o casi nada es lo que parece. Es cómodo
seguir avanzando, como si nada sucediese y, sin embargo, no puedes porque el
miedo te atenaza. Bajo el yugo de ser descubierto intentas sonreír, soplar a
favor y nunca retroceder. Ojalá pudiera pasar la mopa y que todo lo malo
desapareciera, pero no es así. A veces, tiendes tu mano para ayudar al
necesitado, das de beber agua cristalina al sediento… Y en el fondo nunca es
suficiente para revertir lo que sabes, da igual lo que hagas: eres mala persona
y eso a estas alturas es imposible de solventar.
Pd. Nunca es tarde, si la dicha de descubrir a Love of Lesbian es buena...
2 comentarios:
Siempre digo, no...no soy buena persona, ojalá lo fuera...Recién veo tu entrada y sin querer acabo de escribir una que se titula "así no" (no es así), qué bueno no creer en las casualidades!!! Gracias por escribir tan bonito y tan llegado a mi...Abrazo grande!! (más que la distancia)
Muy buena tu entrada... La verdad es que no sé por qué sucede, pero a veces las cosas nos pasan justo en el momento oportuno... Hay teorías sobre las casualidades y/o causalidades, pero -en fin- lo cierto es que pasan... Qué bueno releerte. Otro abrazo grande para tí (más que la distancia)
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