domingo, 29 de marzo de 2015

Nunca dejes de darme alas

Es difícil actuar cuando se es consciente de que el final está a punto de llegar. Parece que ha vuelto a salir el sol y que nada diferente ha sucedido. Pocas cosas más quedan ya por contar. Nunca se sabe qué diantres pasará mañana, pero cada día se hace más complicado vivirnos. Sólo te pido que nunca dejes de darme alas, me son imprescindibles para continuar respirando, para existir. Igual que la música, la claridad de la mañana o las magdalenas. Necesito que me entusiasmes, que me digas que puedo, que si sigo así al final lo lograré. Que seré capaz de vivir. No lo dudes: Dame alas y también luz.


Pdt. El azar me ha llevado a recordar esta canción. Esto poco a poco se acaba...

lunes, 23 de marzo de 2015

Vietnam


Hay una guerra en un país que se llama Vietnam, en la que todos los días mueren personas por razones que no entendemos muy bien. En la mesa oímos a los grandes referirse a esa guerra con horror. Yo les pregunto qué tan cerca estamos de esa guerra o qué posibilidades tenemos de morir ahí. Respiro tranquilo cuando me explican que Vietnam está al otro lado del mundo. Sin embargo, no faltan los comentarios de los que anuncian una tercera guerra mundial y el fin del mundo. Con todo y eso, salgo a jugar todas las tardes con mis amigos.


El mundo de afuera, de Jorge Franco.

domingo, 8 de marzo de 2015

El sol incierto


La fina lluvia caída durante horas había empapado el valle de un modo tal que parecía imposible que alguna vez se secase. Todas las superficies aparecían mojadas y brillantes, a la vez que un sol incierto se filtraba a través de las nubes arrancando jirones vaporosos de las copas de los árboles desnudos. 

El guardián invisible, Dolores Redondo.

miércoles, 4 de marzo de 2015

¡Qué bonita!

Qué bonita la vida.
Y tan bonita es que a veces se despista
Y yo me dejo ser
Y tan bonita es...
Es vida lo que me das
Vida, tu caminar. Vida que arrampla
Cobarde que lucha
Que sueña que perderás
Vida que vuelve a dar
Vida que sola estás
Vida repleta de gente
Que nace que vive
Que viene y va.

'Qué bonita la vida', de Dani Martín 

Pdt. Cada vez, esta canción me gusta más...

lunes, 2 de marzo de 2015

Mala compañera

La costumbre a veces es mala compañera. Sobre todo cuando se empeña en que ya nada puede cambiar, en que las cosas tristes han venido para quedarse, que no hay nada que hacer. Impávida se tropieza con unos ojos tristes y pasa de largo, como si no tuviera sangre en las venas o como si esto de la vida no fuera con ella. Y ellos, ilusos, se revuelven buscando un poco de luz, de calor. Qué malvada es la pobreza, siempre tener ganas de todo y no hallar nada. Todo se ve peor, como si todo fuera en tonos ocres y oliese a rancio. Y luchas para zafarte de los remiendos, casi por inercia, pero sin demasiada convicción. Sólo te queda aguantar, aguantar hasta que la costumbre se canse y te deje en paz. Pero no es tarea sencilla. Está ahí, empeñada en que las cosas salgan mal, en que te vaya de pena. Y hay días en que lo consigue, otros simplemente olvidas, arrullado por las olas del mar o por una maldita canción triste. Y vuelves a desear, casi por costumbre.