jueves, 30 de junio de 2011

Debe ser el calor

A veces ando despistado. Andando por las calles sin mirar. Hacia adelante, pero sin saber muy bien cuáles son las flores que adornan el camino. Se me olvida lo que tengo que hacer a las seis o que hoy es miércoles. Hay días en los que no sé en qué día vivo. Algunos saludos a destiempo me devuelven a la normalidad, pero sólo por un instante. Debe ser el calor del verano o que lo que ocurre a mí alrededor ha dejado de importarme. Quizá es que yo ya esté en otra historia y algunas cosas que antes me parecían imprescindibles ahora me parecen vanas.  Sí, debe ser el calor del verano…


Pdt. 'Solamente tú' de Pablo Alborán. Buena noche.

martes, 28 de junio de 2011

Que brille con orgullo

Ya sé lo que quiero. Quiero que el sol siempre brille con orgullo y que tu sonrisa me dé los buenos días cuando amanece nublado. Pasear junto a ti un martes por la noche cogidos de la mano. Que nuestros niños revoloteen a nuestro alrededor escalando castillos y rescatando princesas. Que la gente no nos mire raro al pasar, ni que los malos de las pelis ganen al final. Todo eso es lo que quiero. Y también que no dejemos de luchar, que no bajemos los brazos ni nos abata el viento del norte para poder conseguir lo que aún nos resta por vivir.

http://www.youtube.com/watch?v=8IzfnhVLuuE

Pdt. Hoy es 28J, un día importante para mí; y la canción 'Tenía tanto' de Nena Daconte la primera que sonó en la radio al despertarme...

domingo, 26 de junio de 2011

Las horas muertas

Se pasa las horas muertas en la playa. Viendo como las olas rompen sin descanso. Sintiendo como el viento sopla suave su cara y la arena caliente se revuelve bajo sus pies. Sin saber qué hay más allá, en lo profundo del mar...

http://www.youtube.com/watch?v=HDhQuMR_EGI

Pdt. 'Lluvia al corazón', lo último de Maná.

martes, 21 de junio de 2011

El alma se va al sur

Me duelen las puntas de los dedos de los pies. Intento moverlas despacito, pero me molestan. Es de andar bajo el sol. Se me sofocan con tanta ola de calor y calima. No hallo agua donde remojarlas. Pero me esfuerzo en respirar, en hacer como si no pasara nada... Y es como si el alma se me escapara de entre las manos limpias. Miro al aire y la veo volando, nadando entre los pájaros. Saliendo por las rendijas de las ventanas y también por debajo de la puerta con mucho cuidado para no hacerle daño al felpudo que ya no está. Se va al sur. A un sitio lleno de llanuras y mar salada. Con árboles desconocidos, animales de desierto y casas de adobe. La luna brilla distinto y la gente es diferente, heredera de la de aquí. Allí todo es nuevo, las historias, la comida y las noticias y al parecer me han guardado un sitio para que al llegar al alba encuentre un lugar en el que descansar para siempre.

http://www.youtube.com/watch?v=M764FE_-hmc

Pdt. Suena 'Deseo' de Pedro Guerra.

domingo, 19 de junio de 2011

Cuando veo tus extrañas orejas

Este domingo podría decir muchas cosas. Tal vez demasiadas, pero no sé si deba. Si tú supieras... ¡Ay, si tú supieras! Pero ya no quieres saber... A veces, cuando el ruido no me deja escuchar nada quiero volver a respirar tu aire. Cuando nadie me mira, cuando me escondo para leer tus poesías y también cuando veo tus extrañas orejas en las cabezas de otros que se alejan de mí. Es sólo un momento. Sólo uno. Delicado y efímero. Nonato. Y tengo atravesadas las palabras; y los gestos de cariño no se me atreven a salir rumbo hacia tu contaminado humo. Con lo fácil que sería todo si dejásemos de ser, si no volviésemos a recordar... Sí, hoy podría decir muchas cosas; quizá más de las que quisiera...


Pdt. Vicentico canta 'Sólo un momento'...

viernes, 17 de junio de 2011

Toca cruzar el charco

El suelo no ha dejado aún de moverse. Es como si no hubiera terminado de colocarse después de un gran terremoto. Tocan las réplicas. Parece que nada es ahora cierto, que nada será a partir de ahora igual que antes. Y no niego que esa verdad me revuelve un poco el estómago, que me produce cierta agonía plantarme ante lo desconocido. Pero también me da fuerzas para seguir. Para anhelar sonrisas. Leo las noticias en un diario de mi próximo lugar de destino y siento vértigo ante la certeza de que aunque sé que ese es el sitio al que voy, no sé si será para bien. ¿Qué pasará ahora? A veces salirse del confort del sofá conocido da demasiado miedo y a pesar de saber que estaremos mejor, el trayecto se nos hace harto complicado. Miro pasajes y echo cuentas. Deseo volver a las aguas en calma –lo reconozco- y toca cruzar el charco. Lo nuevo no hace daño, me digo y sigo mirando fotos de playas donde no he estado, de calles y también de gente que no he visto en la vida. Lo que viene cada vez está más cerca, aunque el piso desinquieto siga haciendo de las suyas...


Pdt. Como anillo al dedo, 'No hay dolor' de No te va a gustar. Buen día.

martes, 14 de junio de 2011

Por los siglos de los siglos

El bar estaba a punto de cerrar. Las primeras luces del día despuntaban por entre los edificios moribundos de esta parte de la ciudad. A lo lejos el camión de la basura amenazaba con su inminente llegada. Los barrenderos quitaban todos los carteles de la manifestación del próximo lunes y yo apuraba mi cerveza. El camarero había dejado de servir copas y el baño parecía un 24 horas, de esos que nunca cierran. El suelo estaba pegajoso y había que redoblar los esfuerzos para llegar hasta la maldita puerta de salida. Hacía tiempo que ya no oía música, sólo las risas de dos rubias cuarentonas que buscaban como locas no dormir solas esta noche. Un último trago, supliqué, pero la vida a veces no es benevolente con los que no tienen sueño. Y menos aún con los que han dejado de soñar. Un regordete hablaba a mi lado, decía cosas sin parar, pero a esas horas yo ya no le oía. Había volado a tu lado, a tus brazos. Quise estar enredado en tu edredón y permanecer ahí por los siglos de los siglos... Salí del local coincidiendo con el sonido de las campanas del reloj de la iglesia y en la esquina un par de mujeres que habían salido a pasear al perro comentaban las novedades del día. ¿Qué hora será?, me pregunté. Tarde. Y mi respuesta me hizo sentirme satisfecho. Con un poco de suerte no tendría que acostarme ni volver a las vueltas sin descanso en mi cama desolada. Pero ese instante de alegría fingida me duró poco. Demasiado poco. Andando de regreso volví a tus manos, a tus andanzas, a tus manos y a tu voz. En un destello de lucidez supe que no podré seguir así, triste, mucho tiempo. Pero por lo menos hasta mañana quise seguir escondido de las cosas alegres de la vida.


Pdt. Ésta es la entrada número 750 y para acompañarla 'Duerme conmigo' de Jarabe de Palo.

sábado, 11 de junio de 2011

¿Quién dijo?

El tic tac del reloj no descansa. Inclemente. Los días pasan y las nubes marfil continúan ahí, controlándolo todo desde el cielo. Las miradas me apremian. Todo tiene que ser ya y me aturdo, lo confieso. Ahora. Hoy. Sólo se oyen a este lado del mar voces impacientes que me dicen que mañana es demasiado tarde. Las palabras caducan al segundo e intento tímido rebelarme contra la urgencia del mundo, que a veces no me deja darme cuenta de que estoy vivo. En días como este sábado de junio necesito para seguir respirando descansar, detenerme un instante y volver al principio de las cosas. ¿Quién dijo que los buenos momentos tienen que ser efímeros, que se agotan? El teléfono suena y me dicen que los pedidos eran para ayer y me encojo de hombros, sin nada que añadir. Y ante tanto reclamo, opto por soñar. Por acatar que lo que tenga que pasar sucederá, que tal vez en otoño sea el tiempo del amor o que en febrero nazca el niño que nos salve de tanta normalidad. Me decanto por acostarme a la hora que me marca el estómago o por sentir a mi ritmo. Sin prisas, parándome en cada rotonda del camino. Jugando con los globos de colores y las marionetas que me encuentro o dibujando pájaros con tiza en tu pared. Hoy me apetece lento...


Pdt. Mientras escribía hoy sonaba 'Qué bonito' de Rosario Flores...

miércoles, 8 de junio de 2011

En la estación de tren

No sabía hacia dónde tirar. Estaba en aquella destartalada estación de tren sin saber muy bien cómo había llegado hasta allí y ahora, tanto tiempo después de la tormenta, no sabía que raíles coger. Estaba tranquilo, con esa sonrisa que distingue a los vencidos después de luchar hasta el final. No había mucho movimiento, era tarde. Habría que esperar hasta los claros del día para que pasase el siguiente convoy, pero no le importó. No tenía destino, ni un lugar al que ir a parar. Y eso que en otros tiempos le hubiera devastado por dentro hoy era bueno porque significaba que era libre y que podría viajar a donde quisiera, sin límites, sin miedos. Con unas pocas monedas en la mochila y los bolsillos de los pantalones vacíos esperando ser llenados con arenas de otras playas, se sentía el hombre más feliz del mundo y comenzó a andar...


Pdt. 'Rómpase en caso de incendio' dice Alex Ferreira...

domingo, 5 de junio de 2011

Inmersos en este trance

Un sábado a las dos de la mañana le dijeron a Felo que no le querían. Y comenzó su bajada a los infiernos. Al parecer el 99 por ciento de la población ha sufrido alguna vez las consecuencias terribles del desamor. Has tocado el cielo y de repente caes y no sabes lo profundo que puede llegar a ser el precipicio. La filósofa Elsa Punset habla de que una vez inmersos en este trance debemos avanzar por un sendero que tiene al menos cinco estadios. El primero, sencillo, es la negación. El golpe no nos deja reaccionar, pero cuando lo hacemos, llega la ira. Pero ésta debe ser sana y constructiva; la otra no merece la pena. En este punto llegan los apoyos del entorno y la negociación, que no es otra cosa que el repaso de lo que pudimos hacer mejor y de todo aquello que dejamos al aire y sin protección. Y por fin llega la tristeza, el dolor físico y el desinterés por la vida. Nos damos cuenta de lo complicada y difícil que puede llegar a ser la soledad. Pero afortunadamente casi nada es eterno y aterriza en nosotros la resignación o aceptación. Es ahí donde tenemos que sacar partido a lo andando y poder llenar nuestra mochila de argumentos para conseguir emociones más fuertes una próxima vez...


Pdt. Este domingo me quedo con la versión que Shirley Bassey hace del 'I am what I am'

sábado, 4 de junio de 2011

Sostenible en el tiempo

La habitación está vacía. Las flores resecas siguen sobre la mesa en el jarrón chino, dándole el toque de decadencia imprescindible para que aquello no se borrase con el paso de los días, para que lo que sentía fuese sostenible en el tiempo. Miraba la tele sin sonido. La caja tonta también estaba cansada de tanto ruido. Echaban videos de los ochenta. Cogió unos apuntes pasados de fecha y los hojeó un rato. Sin saber muy bien cómo fue ahí la primera vez, después de tanto jaleo, en qué se preguntó por la otra parte. ¿Qué piensas? ¿Cómo te sientes sabiendo que no me quieres y ves cómo me voy apagando poco a poco? ¿Qué estarás haciendo ahora? ¿Qué te pasa cuando dejas de amar y no sabes cómo decírselo a alguien que cada día lo hace más? Después no hubo más hojas que mirar. Los anuncios cutres volvieron a la pantalla y su vaso se quedó irremediablemente sin agua. Quiso descansar, dejar de darle vueltas a lo mismo, pero atisbó la corbata anudada. Estaba colgada en la silla marrón y no pudo contenerse, fue hasta ella y la cogió con energía para llevársela a la nariz, para olerla hasta morir. Era de él, pero sin él...


Pdt. Extraña esta 'Mentía' de Miranda...