martes, 27 de agosto de 2019

Y si fuera una playa...

Si fuese una playa, no sería una de esas playas paradisíacas, una de las que da igual lo que avances que el agua no cubre más arriba de las rodillas y las olas apenas mueven el viento. Me gustaría, pero no, no sería una de esas playas color turquesa y tan amable como el tendero del kiosco de Doña Rosita. Sin dudarlo, creo que si fuera una playa, sería una de esas llenas de rocas y en las que el escalón, siempre cerquita de la orilla, te impide dar pie. Más que de corrientes traicioneras, que no, de tacto áspero. Incómoda, difícil, como la vida que nos ha tocado. De las que hay que llevar sandalias cangrejeras para que las plantas de los pies no se te resientan. Y es que hay dolores que nunca sanan…

Escúchame, de Camela.

viernes, 23 de agosto de 2019

Gotas constantes de odio

Aquello no era rencor, pero no podía olvidar todo lo que le habían hecho. Había pasado página, pero había días en los que podía recitar todos y cada uno de los insultos, de las afrentas y de los feos. No es que hubiera sido un mártir, o por lo menos no lo creía, pero no se lo habían hecho pasar nada bien. No había habido golpes, ni palizas, solo una gota sutil y constante de odio que no le dejaba estar tranquilo ni un triste día. Cuando menos se lo esperaba, ahí estada la ironía, la pequeña zancadilla, la risita burlona. Le dejaban claro que era distinto, peor y que poco le hacían para lo que se merecía. Estaba solo. Y ese murmullo siempre de fondo. Ese maldito murmullo…

Sucker, de Jonas Brothers.

Pd. Una de cal y otra de arena...

lunes, 19 de agosto de 2019

Que le zurzan

La pasada madrugada hubo movida. Sí, y de las gordas. Eran como las cuatro cuando un estruendo despertó a medio barrio. Bueno, solo a las doñas de mi edificio, el resto siguió durmiendo como si nada. Al parecer, según pude contrastar con mis fuentes (las doñas) al día siguiente, Zacarías vino un poco mareado y comenzó a armarla como siempre. Mira que es patoso. Se tropezó con la planta del rellano y le vació toda la tierrita al pobre ficus, tan bonito que estaba. Y cuando en la escalera todo volvió a la silencio fue cuando realmente se montó. Mitad de la casa de al lado se vino abajo. Desde hacía mucho tiempo, todo el vecindario exigía al alcalde que hiciera algo con aquella casa porque cualquier día iba a ocurrir una desgracia. Se caía a cachos. Y así mismo fue. No quedó un bloque en pie. Bueno en realidad, se calló un pequeño techo y los ocupas tuvieron que desalojar. A primera hora ya estaba la policía local, a la que nadie llamó, vallando y acordonando la zona… Y ahora las doñas, mis doñas, están que no viven, con la preocupación en el cuerpo. Porque aquí nadie hace nada y para lo que pudo haber pasado, no pasó nada… Y ahora nuestra manzana está horrible, que parece que no vive gente, con esas mallas negras. ¿Dónde va a aparcar ahora Tinín, que siempre tenía el sitio cogido? Ni que fuéramos del tercer mundo. En fin, que todos son unos ladrones, que solo quieren coger y al pueblo que le zurzan.

Pa dentro, de Ana Mena y Sean Kingston.

Pd. Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad...

jueves, 15 de agosto de 2019

Verano, verano (II)

Varear las almendras, regar la granada y arrancar la hierba de la huerta. Pintar de blanco antes de las lluvias de invierno y barrer las hojas secas del verano. Allí no pasaba nada. Un día remendaron el chorro y desde ahí los cuatro alemanes que pasaban de excursión siempre llenaban sus cantimploras. Alguno se dejó una vez olvidada la cinta con la que aguantaba sus gafas de sol. Incluso, un día pasó un negro, aunque no era turista. Llevaba ropa de faena. Maricarmen siempre espiaba desde su ventana. Su casa tenía una localización estratégica, no se le escapaba ni una. La tienda cerraba a la una y media y por la tarde la nada. Los martes íbamos al canal, que era cuando iba lleno de agua. Y poco más: Era verano.

Enchochado de ti, de Don Patricio.

domingo, 11 de agosto de 2019

Músicas


Ahí vamos, sumando días a este tiempo de verano tan lleno de músicas: La vida es más compleja de lo que parece, de Jorge Drexler; Mira como vuelo, de Miss Caffeina; Buena (mala) suerte, de Tiziano Ferro; Querer mejor, de Juanes y Alessia Cara; Mujer contra mujer, de Elefantes; Con altura, de Rosalía, El Guincho y J Balvín; Disparos, de Dani Fernández; Agua, de Manolo García y Elefantes; La fuerza del destino, Love of Lesbians e Iván Ferreiro; y Contando lunares, de Don Patricio y Cruz Cafuné.

jueves, 8 de agosto de 2019

Verano, verano

Agosto. Calor, pero no demasiado. El cielo gris, porque allí el cielo siempre era gris. A su alrededor tuneras y malas hierbas. También morros. Todo el día botados al sol, sin nada mejor que hacer que dejar pasar las horas. Apenas pasaban coches por aquella maldita carretera. A las naranjas de la Julia todavía les faltaban un par de semanas y los lagartos habían caído en la trampa para lagartos. Y todos los días eran iguales. Nunca pasaba nada, salvo los segundos, aunque parecía que el tiempo se les había detenido. Los monopatines habían dejado de estar de moda y lo de las bicis de montaña no terminaba de calar. Gracias a la tele, a esa tele que ponía pelis viejas pero que allí eran estrenos. Algunos tenían la suerte de poder salir, de veranear en Maragatos, pero la mayoría no. La mayoría se quedaba allí en agosto, debajo de las bolsas con agua que espantaban las moscas, esperando que algo ocurriera y sin embargo nada ocurría.

I don't care, de Ed Sheeran y Justin Bieber.

lunes, 5 de agosto de 2019

La paloma

Y si me equivoco, que lo haré mil veces, pediré perdón y seguiré para delante. Y mientras le daba vueltas a esta máxima, la de mis errores, los de ayer y los de hoy, vi pasar una paloma rabiche que terminó estampándose contra uno de los cristales del edificio de enfrente. Cayó aturdida al suelo y no hubo ni un alma caritativa que se apiadara de ella. Se quedó allí, sobre la acera, muriéndose poco a poco. Entre los dos edificios, justo donde mean los mendigos que se esconden de las miradas indiscretas de quienes sí están vivos. Intenté bajar, pero la vida no me dejó o no dejé que me dejara… En el ascensor hubieran sido solo unos segundos, pero no lo hice. No, no lo hice… Otro fallo más que sumar a mi maldita lista. Me quedé clavado junto a la puta ventana y terminé mirando para otro lado, uno que me doliera menos. Y traté de hallar aire que respirar. A veces la vida se me hace imposible…

5 sentidos, de Dvicio y Taburete.

Pd. Quizá no haya sintonía entre la canción y el texto, o sí...

sábado, 3 de agosto de 2019

No es tiempo de buenos deseos

Y no es navidad. No lo es. No es tiempo de buenos deseos, casi que ni de deseos. Todos los sueños se nos han ido poco a poco, quién sabe adónde. Se nos escaparon casi sin darnos cuenta. Y me acuerdo de los buenos momentos, de las luces y de los fríos rayos del sol de invierno. Me encantaba asomarme a la ventana y ver cuánto había llovido por la noche. Las goteras nos ponían alegres, casi que todo era una fiesta. Pero ya no estamos en noviembre y es que falta tanto para diciembre que me da vértigo. Me da tanto miedo no llegar allá. ¿Qué será de todos nosotros? Y encima estamos bajo este sol que todo lo marchita y que nunca descansa. Los termómetros no paran, todo el santo día subiendo, pero yo ya no tengo fuerzas…

Contando lunares, de Don Patricio y Cruz Cafuné.

Pd. Feliz verano...