sábado, 26 de mayo de 2007

Jornada de reflexión

Hoy toca. Ya era hora, supongo. Toca pensar en qué pasará mañana. No lo sé. Tampoco sé lo que pasará el lunes, ni el martes... No sé nada, pero pienso. Cosas de preso. Ya he dejado de marcar en la pared con líneas rojas los días que han pasado desde aquel jueves. Son demasiados. Por eso sólo me queda imaginar mundos mejores.
Ha logrado pasar al mundo de las ideas. Y eso es signo inequívoco de que estoy perdido. Totalmente. Cuando uno deja el mundo de las realidades para pasarse al de los sueños, malo. Malo por la simple razón de que dejas de ser tú. Dejas de pensar, de sentir, de respirar...
Lo dejas todo para sólo pensar en él. En lo que le gusta, en lo que no, en lo que hace, en lo que no, en si ríe, en si llora, en si está solo, en si está cansado, en si piensa en mi... No es la primera vez que me pasa, pero tengo miedo. ¿Qué pasará mañana? Deseo tener suerte y que me condonen la pena. Tengo... necesito verlo, aunque sólo sean unos segundos.
La jornada será larga y pasarán muchas cosas. Pero sólo deseo una. Hasta mañana, si dios quiere...

viernes, 25 de mayo de 2007

La boda

La Boda. Hace unos días soñé mi boda. Cosas del subconsciente, no era una ceremonia de cuento de hadas, sólo una pequeña reunión en una sala fría de un juzgado. Allí estaban todos. Sí, hasta los que sé a ciencia cierta que no estarán.
Lista de bodas, ajetreos de última hora, desplazamientos en coche y avión... Todo.
El novio también estaba. Ese que no sé si llegará a ser, ya que sigue la condena. Todo es triste ahora. Procuro que no lo sea. Intento levantarme, pero a veces no resulta fácil. Nada.
Pero volviendo a la boda, concluyó con un bonito banquete y baile de los contrayentes. Como tiene que ser. La comida era suave y la música envolvente. Al final, dos bailarines. Uno de blanco y yo de gris oscuro, unidos por un lazo irremediable.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Maletas

A veces soy una maleta. De esas que da vueltas y vueltas en una cinta transportadora de un aeropuerto cualquiera. Así me siento. Giro y giro y nadie me saca de ese tedioso destino. Al principio no me importa demasiado porque paseo con otras maletas, y alguna que otra caja amarrada con una sofisticada soga, pero cuando todas se van yendo y me voy quedando solo todo cambia.
Ahí es cuando comienzo a no sentirme bien. Todos tienen un lugar a donde ir. Tal vez sea porque sigo condenado. Esta pena se está prolongando demasiado en el tiempo y la desazón cada vez es mayor. Tengo miedo de que esto se perpetúe. Que se haga perenne.
Una de cal y otra de arena. ¿Qué es lo bueno, la cal o la arena? Nunca lo he sabido muy bien. El caso es que nunca hay suficiente, de lo bueno, claro. Tal vez mañana. Eso deseo. Lo único que espero es que no le den al interruptor y que la cinta que me lleva en este constante girar no se pare para siempre.

lunes, 21 de mayo de 2007

Cosas que contar

Hoy tengo muchas cosas que contar. Tengo esa sensación extraña en el estómago de que quiero hacerlo y lo deseo ahora, aunque sé que no es posible. Hacía tiempo que no me pasaba esto. La lista aumenta cada día, siempre hay algo -pequeño o grande- que quiero compartir, que no quiero que se quede ahí, durmiendo el sueño de los justos.
Dibujarlo a mi manera y contárselo al oído. Despacito y con calma. También con buena letra. He vuelto a desear y eso está bien. Lo peor es que sigo condenado. Tal vez este miércoles me indulten, pero no las tengo todas conmigo. Ya ni me acuerdo de los segundos que llevo sin que me toque el hombro. ¿Cuando fue la última vez? Hace demasiado tiempo. Sea como fuera, espero que todo esto acabe el próximo domingo... No quiero ni pensar que eso no suceda porque si no, todo se complicaría mucho, demasiado.

Pdt:Por cierto, paso de comentar lo de Eurovisión... Vaya chasco. Aquel sábado fue horrible profesionalmente y encima rematé con los escasos votos para DNash... Vamos y la que ganó... ¡Todo muy fuerte!

domingo, 20 de mayo de 2007

Metamorfosis

El regreso. Un avión tonto sin destino claro. Una desazón oscura y un largo silencio. Volver del pasado, de ese que ocurrió hace diez años, más o menos. Estar allí fue extraño. Como si nada hubiera cambiado, y eso que sí lo ha hecho. Mucho, pero no suficiente.
Nunca lo es. Un cuerpo, el agua, miradas nerviosas y la pena. Una inmensa. Será la última vez, pensó. Aunque no fue algo firme. La duda era igual de grande, que la tristeza. Aquel lugar estaba lleno de gente extraña, de otro mundo. ¿De dónde ha salido él? ¿En qué instante se cortó el cordón umbilical para siempre?
Si ese es el principio, cual será el final. Una idea, la única. Sin importar el resto, porque es así. Aunque no le guste. Cuanto daría por ser distinto. La piel, la suya, cambia. Todo lo hace. Y ya es demasiado tarde para detener la metamorfosis. Ya no podrá volver a ser él. Nunca.

sábado, 12 de mayo de 2007

La metáfora

Nunca se me hubiera ocurrido. Se supone que soy un tronco. ¿Tronco?, pensé y no pude más que imaginarme uno de esos árboles talados por la mitad, en mitad de un bosque extraño, lleno de pinos y yo ahí en el medio de la nada, siendo un tronco... ¡A ver si tengo que cambiar de medium!
Pero resulta que no, que soy un tronco fuerte, capaz de conseguir lo que deseo porque la fuerza está en mi. Seguro que de un bonito árbol. Un poco hermético, eso sí. Y también complicado para las almas sencillas y sensibles... Lo cierto es que ¿por qué no? Pues eso. A intentarlo se ha dicho...

PDT. ¿Por qué no utilizarán metáforas más asequibles a la comprensión humana?

Eurovisión

A pocas horas de que dé comienzo el Eurofestival sé que por motivos ajenos a mi voluntad no lo podré ver. Y ya van tres años... Aún así estaré pendiente. Tal vez sea este el año en que España quede primera. Mucha suerte a Nash o D´Nash, o como diablos se llamen. También a Rebeca -la autora de la canción-, que es una 'pasada'...

Más datos y sonidos en:

http://www.eurosong.net/songs/list.php?country=es&PHPSESSID=29f3e323e42deb90

http://www.escradio.com/

viernes, 11 de mayo de 2007

La condena

Estoy a punto de cumplir mi segundo día en el exilio. Casi 48 horas, desde la última vez que me tocó el hombro. Fue en una calle con árboles y había mucho ruido. Tenía prisa, como siempre. Lo peor no es el tiempo que hace, sino el que hará sin que se produzca de nuevo. Sin que me vuelva a tocar el hombro. Con suerte el fin de esta maldita condena debería ser el próximo 27 de mayo, aunque tal vez todo se prolongue mucho más tiempo… Si no es ese domingo, no quiero pensar cuándo será.
El caso es que estoy mejor de lo que pensaba. Vale que es lo único en que puedo pensar, pero esto ya lo sabía -que iba a suceder-, antes de que pasase por lo que el fallo del juez no me pilló por sorpresa. La sentencia llegó, pero lo que más triste me puso fue la confirmación, que me comunicaron por teléfono. Maldito aparato, pensé y seguí a lo mío, atontando por el calor.
Ahora sólo me queda seguir imaginando conversaciones en las que digo lo que quiero y me responden lo que deseo… Y, claro, también en lo bonito que es el mundo de las coincidencias.

martes, 8 de mayo de 2007

Agonía

Otra vez lo ha hecho. No sé cómo diablos me embauca, pero siempre lo consigue. Me eleva hasta el cielo, hasta lo más alto, para luego, sin saber muy bien cómo, dejarme solo, en el aire, abandonado. En el vacío, cual moribundo que sólo siente una irremediable angustia. La pena se hace extrema, pero se deja vencer por la agonía. Dolor y sufrimiento, que es más doloroso porque minutos antes había sabido de lo que se siente en el Paraíso. Ese lugar en el que el tiempo no existe y en el que muy pocas veces he estado, pero al que deseo volver.
La última vez, por ahora, fue en el mismo lugar que la primera. Cosas de la vida, que a veces da vueltas y vueltas y es de mil colores, todos distintos. Recuerdo aquel día, como si fuera este. Era mediodía y llegaba tarde. Lo vi y ya no pude hacer otra cosa. Lo que me rodeaba daba igual, igual hoy. Pero esa otra historia, la del principio, tal vez la cuente otro día… Porque la desazón me inunda y tengo que luchar para no dejarme vencer.
Al final, agonía. Agonía tras dar un paso más hacia él. Tiene esa virtud, la de lograr que algo bonito me sitúe al borde de un precipicio al que no sé si debo saltar. Me intranquiliza, me deja con ese sabor agridulce en las entrañas que no me permite disfrutar de haber estado cerca de sus ojos, ni de su voz, ni de sus pulgares...

lunes, 7 de mayo de 2007

Perro amor

Ha vuelto. Estaba pululando por la calle Marqués de Celada. Lo he visto. Lo hacía despacio, sin rumbo fijo, cómo sólo lo saben hacer los perros vagabundos. Así se sentía, con ganas de que alguien le lanzase un trozo pequeño de pan, pero nadie lo hizo. Despistado, y quizá hasta un poco atolondrado por el frío. En La Laguna siempre hace frío. Seguía avanzando si saber muy bien adonde ir a parar y soñaba con la caricia de su amo. Con sus ojos suplicaba una pequeña atención, la más mínima. Una palabra, un gesto amable. Lo que fuera. También quería dejar de sentirse así, como un perro amor. Pero sabía que no era de nadie, que todos habían pasado de largo y que ninguno quiso quedarse a su vera. Por eso ahora vagabundeaba suplicando migajas, al tiempo que se rebelaba desde lo más profundo de su fuero interno. Su destino no podía ser este, se negaba. Al final, ojos de los que apunto están de brotar todas las lágrimas. No. Tal vez, mañana.

Todos los sonidos en:
http://www.geocities.com/sofiayantonio/English/Music/

sábado, 5 de mayo de 2007

Mariposas en el estómago


Hacía tiempo que no sentía mariposas en el estómago. Es extraño. Ya no me acordaba de lo que era eso. No puedes olvidar unos ojos, su mirada, ni tampoco unas palabras. Todo ello bien aderezado con sonrisas, de esas que tanto me gustan. El reloj se paró primero, pero después volvió a correr como un loco, aunque yo quería que se hubiera detenido para siempre y quedarme allí, en ese eterno peregrinar hacia la nada, sólo acurrucado por aquellos ojos que se posaban en los míos... Después desperté, pero las mariposas seguían ahí.

jueves, 3 de mayo de 2007

Acentos

Tres días intensos. Más de lo que han sido los últimos. Ha habido de todo, y siempre bueno. Todo marcha, y eso me gusta. Han pasado muchas cosas, incluso hoy caminé bajo una tenue llovizna. El sol brillaba y las gotas caían sobre las calles, aunque no lograsen a mojar el suelo. Hacía hasta un poco de calor... Después, todo fue sobre ruedas. Sé que tengo que hacer mil cosas, pero también que todo tendrá su justa recompensa.
La penúltima alegría llegó envuelta en un bonito papel de regalo desde Madrid. No te preocupes Vero, pensé. La última semana de junio me tendrás por ahí... Siete días con sus noches. Aunque espero que mucho antes puedas oir mi acento canario... Hasta ese día, recuerda: papas, arroró, novelero, trancar, desinquieto,...

miércoles, 2 de mayo de 2007

Nubes

Hoy ha vuelto a salir el sol. Sus rayos me acariciaban. También la hierba recién mojada olía como nunca. Me gusta mucho su olor. Muchos niños paseaban por la calle cantando una canción divertida. No me la sabía, pero eso da igual. Unos ojos sólo azules me parecieron tontos. Encontré a un viejo conocido. También a mi chica favorita. Antes, creí verle al otro lado de la acera. Cruzaba un puente extraño. Mi gozo en un pozo, pensé. Pero después apareció y las nubes volvieron a su sitio, ese que se merecen, el mío. Sólo cinco minutos, pero ¡qué minutos! En fin, ha sido una buena mañana.

Más nubes en:
http://www.jorgefin.com

martes, 1 de mayo de 2007

732 días después

Este 2 de mayo será un día importante. Justo este día hará dos años. 732 días después tal vez sea pronto para hacer balance o no. Eso ahora da igual. Muchas cosas han cambiado y otras no. Un lunes de 2005 arrancó una aventura que me ha marcado la piel. No podría ser de otra forma. Cosas buenas y malas, como en la vida...
Pues nada, que me felicito por ello y a seguir aprendiendo aquí o en cualquier otro lugar, que nunca se sabe la de vueltas que puede dar este tiovivo azul tokio.