sábado, 30 de abril de 2011

Sin ver a Andrés

Andrés bajó las escaleras con cuidado y sin ver lo que tenía delante, totalmente deslumbrado por el contraste entre el sol de fuera y la oscuridad dentro. Cuando sus ojos se acostumbraron a la penumbra del local lo primero que atisbó fueron aquellos otros ojos azules. Sus inmensos ojos azules. No vio nada más. Se quedó prendado, persiguiendo su andar de un lado al otro. No atinó a nada más. A veces le pasaba eso, no siempre, pero sí alguna vez. Llevaba una bandeja con unos vasos en su mano izquierda y sonreía. Cuando la estrella fugaz se escondió en la cocina del pequeño restaurante italiano, Andrés optó por sentarse en un rincón. Buscó la carta y cuando se la encontró desechó leerla porque sabía que al final lo que se iba a tomar eran unos profiteroles de fresas. Al rato llegó Totonno, el dueño. Le saludó amablemente, tomó nota y regresó con una gran botella de champán. Después -con un cuarto de hora de retraso- aterrizó Margarita y se sentó a su lado. Comenzaron a hablar de lo complicado que es levantarse los domingos temprano para llevar a los niños al partido de fútbol y de que a Ricardito le han vuelto a quedar las matemáticas... Ella tenía pensado comprar un perro. Mientras él no pensaba nada, pero de vez en cuando vigilaba la puerta de la cocina. Allí estaba él. Y a la hora del café, cuando casi que ya había perdido todas sus esperanzas, volvió a salir. Era un italiano con rizos negro azabache y no muy alto. De espaldas inmensas y tez blanca. Avanzaba despacio y se fue hasta la calle registradora. Habló con uno de los encargados y luego oteó el horizonte. Recorrió todas las mesas con su vista intrépida y al llegar a la número 3, en aquella dónde pernoctaba una rubia despampanante y sin ver a Andrés, que ocupaba la dos, se detuvo en seco. Tomó una rosa de un florero maltrecho que pasaba las horas sobre la barra y Giacomo se fue como una flecha hasta ella. El cortejo duró unos minutos y después pusieron rumbo norte para salir disparados hacia lares más amables. Andrés volvió entonces a la conversación con Margarita. Adiós ojos, adiós sonrisa bonita, adiós..., pensó mientras un poco apesadumbrado por los acontecimientos pidió la cuenta...

http://www.youtube.com/watch?v=tSZAZvMny0o&feature=related

Pdt. Suena Jeremías y su 'Uno y uno, igual a tres'.

miércoles, 27 de abril de 2011

Cuando no hay amor no se puede hallar

Desde hace días estaba dándole vueltas a una idea. No sabía muy bien, pero llevaba un tiempo con una desazón extraña en el estómago que le dificultaba respirar. A veces, mientras la noche avanzaba, se despertaba y entre las sábanas se preguntaba si se habría equivocado entonces. Si aquel pasado con nombre de santo había sido un maldito error o si tal vez dentro de unos años volvería encontrárselo en una fuente para acabar juntos paseando por el parque los domingos por la mañana antes de comprar el periódico. 'No hay nada imposible', se repetía en aquel tiempo y se encomendaba a todos los dioses para que todo funcionara, pero cuando no hay amor no se puede hallar. Había transcurrido mucho tiempo, demasiado, y aún así seguía clavado en sus recuerdos. Dudaba si era bueno guardarlos en una cajita de porcelana, pero le tenía un miedo inmenso al olvido. Más que al mañana. Había otros instantes en los que se convencía de que lo sucedido había sido lo mejor, se le atragantaba algún reproche y entre los dedos se le escapaban las lágrimas que derramó en su día por tanto desamor. ¿Hay algo peor?, se dijo y no supo qué diablos responderse. 'Sigue vivo', se animaba, pero seguía paralizado. Sin avanzar, luchando porque lo que no sucedió -desayunar juntos mirando cómo el sol desperezaba las margaritas de los tiestos del balcón- se le convirtiera en recuerdo.

http://www.youtube.com/watch?v=fnU1ToL2-UY

Pdt. Marco Masini y su 'Te enamorarás'.

martes, 26 de abril de 2011

Informe de desperfectos

Entró como una exhalación. Era un martes de Carnaval. Lo removió todo, mis cimientos. Pero con la misma que llegó, se fue. Ahora toca que vengan los peritos y hagan un informe técnico de los desperfectos ocasionados por su forma confusa de hacer las cosas. Por lo pronto me ha dejado un puñado de sonrisas guardadas en la despensa y algún que otro dolor en mitad del pecho. Me parece que le extraño algo más de lo que desearía y más aún al descubrir que no regresará. En mitad de la marabunta hallo sus cintas de cassette y me da por esconderlas en el altillo para no tener que oírlas de nuevo, pero a salvo de que se me pierdan para siempre. Tardo un buen rato. Meditando si escucharlas... Decido que no, pero el corazón se me agita. Es tu voz, descubro. Se entrecorta. Mi radio no es de muy buena calidad y el sonido parece de ultratumba. Mientras gira poco a poco, me acaricio la mejilla igual que lo hacías tú. Me voy durmiendo poco a poco, acunado por tus palabras y cuando quiero darme cuenta he vuelto al principio, a aquel martes y a los días en los que todo parecía mejor.

http://www.youtube.com/watch?v=Q3XnOgqPeqw

Pdt. Suena 'Deseo que ya no puede ser' de Nek.

lunes, 25 de abril de 2011

Un viejo solo

Don Paco: ¿Y tú cómo no buscas una mujer y te casas?
Martín: No sé... Porque no quiero.
Don Paco: Ya tienes una edad... ¿30?
Doña Marta: Buey solo bien se lame...
Martín: Hace sol hoy.
Doña Marta: Pero los años pasan y un viejo solo...

http://www.youtube.com/watch?v=onywRc-irD4&feature=share

Pdt. Un día extraño, Tiziano Ferro y su 'Raffaella es mía'.

jueves, 21 de abril de 2011

Infiel, desleal, pero divertida

Vivía en un palacio de pladur. En un mundo inventado en el que sólo había pétalos de rosas y margaritas en flor. No sabía muy bien cuándo, pero un día dejó de tener contacto con las cosas. Se había ido alejando de la realidad y en su mundo de seda y pompas de jabón no cabía el mundanal ruido. Sabía que su marido la había dejado de querer, que pasaba las noches entre otras sábanas que olían a jazmín y que a pesar de todo su mundo no se desmoronaba, apuntalado por mentiras. Seguía mirando por la ventana, viendo cómo el sol se escondía entre los edificios, haciendo como si nada pasase. Comenzó a soñar ser otra. Una chica joven y un poco desvergonzada, que siempre llevase bragas violeta y calcetines de colores. Una a la que no le importase besar otros labios o dormir al cobijo de unos brazos distintos, jóvenes y lozanos. Infiel, desleal, pero divertida. Los ensueños pronto se le mezclaron con el quehacer diario. Un día todo se convirtió en su mente en verdad y así pudo soportar el lento discurrir de los días...

http://www.youtube.com/watch?v=MTfsznlMdws&feature=related

Pdt. Una canción bonita, 'La Dictadura de la Primavera' de Marwan.

martes, 19 de abril de 2011

Comunicado oficial

El color azul tokio aparece en el cielo cuando asumes que no te quieren y que la vida no se detiene para llorar tu pena. Está cuando a pesar de tu tristeza sientes que debes seguir caminando y tus pasos continúan por una senda distinta a la de quien ya no te quiere. En estas líneas se resume el hilo argumental de Azul Tokio, un blog que este martes celebra su cuarto aniversario. En este tiempo hemos recibido más de 16.400 visitas. Muchas gracias por vuestro ánimo y aliento.

sábado, 16 de abril de 2011

¡Oh, casualidad!

Al cruzar la esquina antes de llegar a ese edificio señorial de la Avenida Tomillo me acuerdo de que fue ahí donde primero me topé con tus ojos azul claro. Había sido como un mes antes. Sólo un segundo. Tú abrías la puerta y yo entraba atolondrado sin poder dejar de zambullirme en tus océanos. Después tuve que subir a la primera planta rápido y te quedaste en el hall esperando a tu turno. No había vuelto a pensar en ti desde entonces y ahora ante la posibilidad de un nuevo encuentro tus ojos volvían como fogonazos a mi memoria. Miré el reloj y llegaba diez minutos tarde. Apuré el paso, pero el maldito semáforo no se ponía en verde. La bandera de España ondeaba tranquila como si aquello no fuese con ello. "Las once y cuarto, no llego", pensé y por fin los coches desaparecen y oso a cruzar sin mirar demasiado. Subo la última escalinata y veo como -oh, casualidad- te vas. No me detengo, aunque las mejillas se me ponen coloradas en un tris. Cruzando el umbral me las toco disimuladamente y no hay error: están calientes. Y así, con mis chapas, me dirijo hasta recepción y pregunto por la señorita Maravillas. ¿Tiene cita?, me interrogan. Sí, replico tímido. No me permiten el paso hasta que den el ok de arriba y en esto regresas. No cogen el maldito teléfono y me miras inquisidor. ¿Tú?, dices distante y superior, y sin poder dejar de mirar tus ojos se me atrabancan las palabras y sólo me sale un sonido inteligible. "Adelante", me dice el señor del fusil y respondo sin lógica: "Segunda planta". Salgo huyendo de ti y al llegar al ascensor vuelvo a respirar. Cuatro segundos eternos, el corazón a mil y subo. Prefiero no pensar en este pequeño fracaso y doy gracias a que no soy juez porque si lo fuese me condenaría a la hoguera por tontaco sin demasiados miramientos. Entrego toda la documentación a la señorita Maravillas y regreso por donde vine, pero mientras cruzo de nuevo el hall me vuelvo a detener en el aire y es que tus ojos están ahí y ya sé que me es imposible escapar de ellos...

http://www.youtube.com/watch?v=RjG6Qtij5fs&feature=related

Pdt. Temazo: 'Can't take my eyes off you'. Canta: Lauryn Hill.

miércoles, 13 de abril de 2011

Ya toca

Su voz rotunda retumbó en aquella habitación vacía. Se quedó quieto, aterrorizado y con el corazón a mil por hora. A veces cuando el sol estaba a punto de ponerse y la calle comenzaba a quedarse en silencio volvía a su memoria aquella voz. Su voz. Tanto tiempo después aún le estremecía y ahí era cuando temía que todo aquello no pasase de una vez para siempre como lo hace un mal sueño. Se recostó en el sillón, comenzó a respirar despacio y se encomendó a los dioses para poder avanzar... Apagó la televisión después y rezó. Mucho. El sol volverá a salir, se repitió cual avemaría reconstituyente. Su voz. Su voz... continuó hasta que quedó dormido al albur del viento pensando en que el paso de los meses ya le pesa, que sus rodillas no aguantan mucho más y que ya toca que sean buenos tiempos...

http://www.youtube.com/watch?v=vVzxzoe7QNc&feature=related

Pdt. Gran letra la de esta 'La vida te da' de Amparanoia.

martes, 12 de abril de 2011

Ahí fuera

El sol ha vuelto a salir este martes. Está ahí arriba, resplandeciente. Y parece que la vida está también ahí fuera. Esperándome. A veces sin saber muy bien por qué me siento atrapado. Como si el mundo se acabase más allá de la urna en la que permanezco encerrado, pero no es cierto. Se trata de cruzar el umbral, de respirar las amapolas en el campo y el gofio recién tostado en la calle de las azucenas. También de atrapar las nubes y jugar entretenido con los cantos del camino...

http://www.youtube.com/watch?v=jMToMbyqy6E

Pdt. Falete y su 'Paloma brava'.

domingo, 10 de abril de 2011

Fotos que no se tocan

El chico de la rosa en el pelo le dio a enter y borró la carpeta 'Mallorca 08' de su ordenador portátil. Fue en menos de un segundo y no dejó rastro de su pasado. Del Moreno. Todas las fotos se habían ido a la papelera de reciclaje y de allí directas a la nada. No quedó nada. Cientos de fotos de momentos felices, de risas, de caricias fundidas en negro. Ya no había vuelta atrás. De los años juntos no quiso dejar nada. Sin miramientos. Igual que lo había despedido de su lecho quería hacerlo de su piel, porque de su memoria ya lo había hecho meses antes. Si su desamor hubiera existido en otro tiempo, tal vez en un par de años alguien encontraría una caja vieja guardada en el desván atesorando fotos, cartas manuscritas del amor del Moreno, pero ya no será así. Ahora con darle a una tecla todo se acababa para siempre, aunque el Moreno siguiese llorando por las noches y los martes siguiese fiel a esa costumbre suya de pasear por el parque donde se conocieron. Después de su genialidad El chico de la rosa en el pelo se fue de cañas con su nueva vida, un austríaco que no hablaba español y no le dejaba dormir por las noches. Su amor había sido efímero, como una foto en un ordenador que está ahí pero no se puede tocar, ni besar, ni guardar en ningún álbum para verla una tarde de domingo. En cambio el del Moreno había sido distinto desde el principio. Lo tenía en las entrañas, escondido, y era lo único que respiraba. Atesoraba demasiados recuerdos en su memoria, que no quería perder aunque ahora no tuviese nada que le ayudase a hacer eterno algo que ya no existe...

http://www.youtube.com/watch?v=oatYdB-SR_s&feature=related

Pdt. Buen domingo, 'Máldita dulzura' de Vetusta Morla.

sábado, 9 de abril de 2011

Me encojo de hombros

Sin rastro. Tanto tiempo después de ti, ya no queda nada. Rebusco, rebusco una y otra vez, pero no encuentro nada en mí. Quizá sea cierto aquello de que el paso de los días lo cura absolutamente todo... por muy grandes que hayan sido los dolores. Te atisbo entre el gentío. Vas igual que antes, con una de esas camisetas sosas y los vaqueros gastados, y es eso lo que me produce apatía, que tanto tiempo después en nada hayas variado. Intento hacer como que me da igual que llueva o truene, a pesar del sol de agosto que se ha mudado a este abril. Noto como me esquivas y eso me reconforta. ¡No sabes cuánto! Para algunas cosas regresar al pasado es un fastidio. De todo aquello han pasado seis o siete años, no lo recuerdo bien, ahora es como una nebulosa. Sólo me quedó la enfermedad de Pfeiffer y las facturas del hospital. Y el mundo se hace chico y no te queda más remedio que saludarme. Me sonrío porque el destino nos pone obstáculos que siempre debemos saltar. Tu voz es extraña ahora, dices cosas: una tras otra y me da por pensar que en un par de meses te quedarás calvo. Intento volver a la realidad, poner asunto a tus palabras, pero me resulta harto complicado. Ya no puedo. Demasiados segundos, quizá. El tiempo arrasó las mentiras y las desiluciones. Sacas pecho, te pavoneas un poco y ante la ausencia de sentimiento me encojo de hombros. Después sigues tu camino y comienzas a hablar con un chico de ojos verdes. También te liquida en unos segundos y tras eso te vuelvo a perder la pista...

http://www.youtube.com/watch?v=IzF32qOm9LQ

Pdt. Tras unos días de silencio llega Bebe y su 'Siempre me quedará'.

sábado, 2 de abril de 2011

Las estrellas van dejando sin luz el cielo que nos cobija

Echó la vista atrás. Fue mientras tomaba una taza de té verde para desayunar. Y supo que nunca dejó que nadie le tocara. Extrañó el revoloteo de las mariposas en su estómago, que nunca sintió. Dicen que el amor mueve el mundo, se dijo, pero se olvidó de mí. Removía despacio con su cucharilla el poco azúcar que aún quedaba sin disolver en el fondo de aquel recipiente frágil y débil como sus ojos esta mañana de primavera. Recordó a vuela pluma algunas caras. Todas ellas fugaces. Dos minutos de gloria, una ducha y adiós, resumió sin querer zambullirse demasiado en esas palabras para no tener que hallar su verdadero significado. Tomó el primer sorbo, aún estaba caliente y retiró los labios de aquel cristal igual que lo había hecho de quienes le confesaban amor. No muchos, pero alguno hubo. Y no quiso hacerse más preguntas porque sabía que algunas respuestas son balas para su corazón herido. Sopló con fuerza, como si fuese viento en un campo sembrado de trigo. Quiso alejar toda aquella pena que se iba apoderando de su maltrecha espalda porque también asumía que nadie le había obligado a andar tal y como había hecho. Hizo una segunda intentona y esta vez el té alcanzó su garganta. Bajó tibio y se sintió reconfortado. Entonces fue cuando desechó la tristeza por no ser víctima de una pasión desgarrada, pero seguía falto de algo... No sabía muy bien de qué. Apuró lo poco que le quedaba en la taza y prefirió dejarla ya vacía en el fregadero para que fuera otro quien la lavase. Miró a su alrededor, nadie vendría. Y eso no le importó porque ahora tenía el estómago caliente. Dejó poco a poco aquella cocina estrecha, decorada con hule y paños de colores. Se marchaba pensando en las mariposas, en las canciones de amores mayúsculos y en todo eso que no tuvo, pero al traspasar la puerta temió lo poco que está por venir. Y ahí fue cuando quiso poder agarrarse a una mano amiga, pasar una tarde tranquila sentado a la fresca con un cómplice de despedidas o poder dormir enamorado al fin, pero sin aspavientos, mirando tenue cómo las estrellas van dejando sin luz el cielo que nos cobija...

http://www.youtube.com/watch?v=4i4BxzNngzI&feature=related

Pdt. Suena 'Dejándonos la piel' con Lola Flores y Rocío Jurado. Buen día.