domingo, 29 de abril de 2018

Madrugar

Silencio. Allí nadie se despertaba antes de las nueve y media de la mañana. No lograba adaptarse a esos nuevos horarios, ella que siempre había vivido en un hogar en el que se madrugaba. ¿Para qué?, le insistían si no hay nada que hacer. ¿Tienes algún sitio al que ir? ¿Esperas a alguien? No, no, no… Así era el vacío de sus días y, sin embargo, no podía dejar de despertarse al alba…

PDA, de Scott Helman.

viernes, 27 de abril de 2018

España, 2018

España, 2018. Me despierto con la radio. Habla una mujer, ahora vive en una especie de hostal-hotel, junto a su hermano discapacitado. Les han desahuciado hace unas semanas. Su hijo, de 17, ha tenido que dejar de vivir con ella. Tendrán que irse pronto de su nueva casa, la pensión de poco más de 600 euros les impide continuar allí porque es un recurso para personas que no tienen nada. Cuenta que en su anterior casa dejó su vida y también más de tres mil libros. Un día no pudo pagar el alquiler y todo comenzó a irse a la mierda. Lo único que recuerda del desahucio es como una señora, bien peinada, de peluquería, les trató, a dos personas de más de 60 años, «como una auténtica mierda». Les dejó claro que lo que se quedaba en la casa, nunca más sería de ellos. Los dueños se sorprendieron de que la vivienda estuviera bien cuidada. ¡Cómo no iba a estarlo, si era mi casa…!

Pd. Podría poner una canción, pero no, no es el día. La entrevista fue emitida el pasado diez de febrero en la Cadena Ser. Este post iba a llamarse 'Más de tres mil libros', pero al final no he podido...

martes, 24 de abril de 2018

Corazón anudado

Hoy es jueves. Sí, aunque no lo creas es jueves, aunque sigo pensando en que es miércoles. Esta semana está siendo confusa, enrevesada... Dentro de un rato, a las once y media tengo una cita. Una de esas que no son buscadas, que de pronto aparecen y tienes que acudir sin falta. Sabes que vas a decir que no, pero aún así debes ir e intentar salir airoso sin quemarte los dedos. Nunca se me hubiera pasado por la cabeza, pero la convocatoria llegó y el corazón se me anudó. Dicen que ya he pasado antes por este puente y que sin mariposas… Y es verdad, tanto como que no me gustan estos trances. Escuchar es lo único que me queda. Y tengo miedo al mismo tiempo porque llevo días barruntado en que me gustaría que algo así pasara, que me sucediera, pero la vida viene como viene... No siempre nos pide bailar quien nos gustaría y ahí está la duda sobre si ir a por lo que queremos o aprendemos a apreciar lo que nos viene. Vuelve el término medio, vuelve el saber guardar el equilibrio… Pues nada, eso, que en media hora tengo una cita.

Tan lejos, de No te va gustar.

domingo, 22 de abril de 2018

Qué te reservas...

Enredado en tus problemas del día a día, sin que te dejen ver el resto. Así vives, envuelto en las pequeñas cosas cotidianas que se te hacen una vida entera y sin darte cuenta de que los verdaderos dolores son otros, más grandes, más tremendos. Se te atragantan los buenos días del vecino o que la del quinto haga mucho ruido cuando pasea entre la cocina y la salita. Pones el grito en el cielo porque la vida pase bajo tu ventana y que Luisillo vaya borracho a las nueve de la mañana. Siempre a la defensiva con la del súper o con Don Florindo, el dueño de la farmacia, temiendo que te la cuelen. Y así es complicado vivir, si te gastas con el día a día qué te reservas para cuando todo vaya cuesta arriba, cuando lleguen los problemas de verdad…

How long, de Charlie Puth.

viernes, 20 de abril de 2018

Las virtudes

Una de sus virtudes, o al menos eso creía, era que escupía todo lo que le venía a la cabeza por la boca. Sin filtros. Eso acompañado a su diminuta memoria, le hacía ver cada cosa cada vez con un prisma nuevo, sin contexto, y en algunos momentos siempre viene bien que te digan lo que mereces. En otros no, pero se salvaba con la socorrida sinceridad. Ese era su salvoconducto para todo. Y como a los veinte minutos no se acordaba de nada, era como si siempre tuviera la razón, como si siempre estuviera a salvo, como si solo fuera él… 

Todas las flores, de Presuntos implicados.

jueves, 19 de abril de 2018

Once años

Después del diez, afortunadamente viene el once. Y aquí estoy, una vez más, frente a una página en blanco intentando respirar. Porque esto, azultokio, es eso, es aire. Y hoy se cumplen once años desde el primer día. 4.018 días, con sus 24 horas cada día. Y aquí seguiré...

Sign of the times, de Harry Styles.

Pd. Gracias, de verdad, a los que se detienen por aquí unos segundos.

martes, 17 de abril de 2018

Compañero de viaje

Supongo que el rencor no es buen compañero de viaje. No debe serlo, pero a veces es complicado deshacerte de él. Está ahí, alimentándose a cada segundo del pasado, viviendo a costa de lo ocurrido y atragantándosete en el gaznate. Lo intentas reprimir, que no se escape, pero es inevitable. Sale a cuenta gotas, despacio, sin que se note, en pequeñas dosis, cada vez que pierdes una batalla. No se dan cuenta, pero tú sabes que continúa ahí, acogotándote. Lo notas en las arrugas de la cara y en que ya casi nunca sonríes…

Procuro olvidarte, versión de Mayte Martín.

domingo, 15 de abril de 2018

Revoloteas

Revoloteas, cuando algo no te interesa revoloteas y poco te importa lo que piensen o quieran los demás. Haces ruido, recibes llamadas, hablas en alto y vas de aquí para allá constantemente. Después, cuando te cansas, regresas y pides que te cuenten qué ha pasado…

La habitación, de Niña Pastori.

Pd. La mentira tiene miedo, la verdad tiene camino... dice la Pastori en esta canción tan bonita. Habla de verdades y amores, también de cosas que no son dentro una habitación.

viernes, 13 de abril de 2018

Nubes, compactas y grises

Mirando las nubes. Así, atemorizado por ellas me paso el día. Temiendo que les dé por quedarse. Si, al menos, les diera por ponerse a llover. Pero no, están ahí, en todo lo alto, impasibles al paso de los días. ¿Cuántos van ya? Quién sabe. Compactas y grises, tapando al sol. Sin dejar caer una maldita gota. Solo ahí, quietas y tan quietas como inquietas…

Rehab, de Amy Winehouse.

martes, 10 de abril de 2018

Peter Pan

Enciendes la radio de casualidad y ahí está esa canción, la que te recuerda todo aquello. No siempre, pero te devuelve aquel buen instante, cuando creías que todo iba a ser así y ya nunca cambiaría nada. Pero a medida que avanza la canción también te acecha todo lo que pasó después, el desgarro, la tristeza del pozo sin fondo, el dolor. Y duele, mucho. Y una bonita canción se transforma en tristeza, en un vacío que sigue estando ahí, imperturbable a pesar del paso del tiempo... Debe ser cierto eso de que, a la hora de la verdad, nada cambia.

Peter Pan, de Kelsea Ballerini.

Pd. Si Peter no se quiere ir. La soledad después querrá vivir en mí. La vida tiene sus fases, sus fases… Esto último es del Canto del loco, pero también vale.

domingo, 8 de abril de 2018

Esto era ganar

Y se suponía que esto era ganar. Miro atrás y me recuerdo a punto del precipicio tomando las decisiones más difíciles, las que más me dolieron. Era para que todo fuera bien. Y ha pasado el tiempo y no soy mejor. No hay nada que me haga bueno. Me miro al espejo y comienzo a verme cierto punto decrépito, como si fuera una de esas casas con todas las papeletas para comenzar a desplomarse. Y pienso en que debería comenzar a tomar alguna medida para cambiar esto, pero no tengo ganas, ya no. Se me acabaron las fuerzas de tanto ansiarlas. El día a día ha ido acabando conmigo, lo sé. Y aquí estoy escribiendo, que es lo único que me queda; aquí estoy esperando al final porque, ya casi siempre, solo pienso en que todo está hecho, que no me queda más. Y cuando eso pasa dudo de si habrá merecido la pena, si esto es ganar…

Staring at the sun, de Mika.