lunes, 31 de marzo de 2008

Good night darling

Estás triste. Lo sé. Intento que no sea así, pero a veces no sé qué hacer para evitar tus lágrimas. Hoy no ha sido un buen día para ti. Un ángel se ha ido y la pena te ha rondado. Tus miedos no se apagan con esta marcha.
Y me vienen a la cabeza cosas que aún no te he dicho. Esas que me da un poco de vergüenza contar en voz alta. Como un día que di un giro extraño en mi camino para -¡oh casualidad!- tener que pasar por delante de tu trabajo. Es que no hay más cajeros en todo Santa Cruz, que justo ese que está en la Rotonda...
También está lo de llamarte Bofilito. Surgió porque no quería decir tu nombre en voz alta. Las cosas por aquel entonces no eran fáciles. Ahora siguen siendo complicadas, pero son distintas. Me siento a tu lado. No sé muy bien dónde está el norte. Sólo sé tu número de teléfono, que es el que respiro a cada instante.
Estos días han sido increíbles. No atino a aprenderme todos tus surcos. Todas tus palabras. El Médano, Tabaiba, La Laguna y sobre todo tus ojos. Me derrito con tus cicatrices a cada golpe de segundero.
Y me viene una imagen a la cabeza. Tú tumbado en tu sofá. Leyendo algo. Con los pies descalzos apoyados en una pared fría. En alto. Y yo a tu lado. Sentado contigo viendo la tele. Y todo es perfecto. Al rato terminas y ya se ha hecho de noche. Tomas algo frío de la nevera. Toses y al final, antes de dormir, nos decimos good night darling!
Después cuando estás dormido te susurro al oído que tú también me gustas. Y paso la noche ideando tonterías para que deje de estar triste y puedas derrotar tus miedos.

domingo, 30 de marzo de 2008

Plástico, tu entrepierna y un casco blanco


Lo más granado del planeta se reunió el otro día en el baile de la rosa de Mónaco. Un año más. Lo que pasa es que esta edición, al parecer, estuvo dedicada a la movida madrileña de los ochenta. Por allí se paseó Almodóvar, Bibiana Fernández and company. Y era como el mundo al revés. Lo cutre y el plástico ascienden a los cielos. Cuando antes eran denostados por todos. Y no sé. Debe ser que algo no va bien en este planeta de absurdos.
En el mío todo es distinto. Sé que el plástico no me gusta. Que las cosas materiales tampoco. No me interesan. Soy etéreo. O eso me gusta pensar que soy. Por esto algunas veces cuando estoy en medio de todos, cual Marylin, me siento lejos de lo real. Solo. Con un casco que no me permite estar cerca del mundanal ruido. Ese que no me importa nada.
Me aburren las cenas caras, los coches, los grandes musicales, los móviles, los mp6, los polos de Lacoste y los vuelos a Londres o a Roma. Prefiero entretenerme con las palabras pequeñas, con los largos silencios y con tus miradas.
Antes, mientras todos hablaban de coches de importación y de lo más cool de Chueca, me quedé clavado en tu entrepierna. Tenías los ojos cerrados y no decías nada. Tumbado al sol. Dudé de para qué querías que estuviese allí, pero miré al mar. Hacía viento. Después te di la espalda sabiendo que respirabas cerca de mi cuello. No quiero irme de tu lado, pensé. Me puse mi casco blanco y seguí clavado en tu entrepierna.

http://es.youtube.com/watch?v=FfZUxPF7AMI

sábado, 29 de marzo de 2008

Atontado

‘Miranda’ me persigue. No sé muy bien por qué, pero hoy he encendido la televisión un par de veces y en mi peregrinar por los distintos canales allí aparecían sus canciones. Raras. Tontas. Como las primeras horas de esta jornada de sábado.
Me desperté a las 8.30 horas, después de haber trasnochado. Subí a La Laguna. Hacía frío y todo para que un señor me dijera que “iba de hombros”, que no sé muy bien lo que es eso, aunque ahora dé un poco igual pues se supone que con mi traje negroazul estaré muy guapo.
Después he seguido atontado. No he podido remediarlo. Tengo la gripe. Llega la primavera, por fin el cambio de hora y yo con la gripe. Una que me atonta tanto que no sé muy bien dónde diablos estoy parado. He intentado atajarla, aunque temo que ya es demasiado tarde.
La culpa, mi ‘trasnoche’. Fueron horas intensas. Me colé en un cajero y tras de mí lo hizo un yonqui. No quería nada. Sólo contarme que llevaba enganchado desde los quince, que le habían diagnosticado esquizofrenia y pedirme unas monedas para pasar la noche. “Lo siento”, dije al tiempo que huía de la vida real.
Después estuvo tu pecho, un mar eterno en el que perderme. Sumergirme a ratos. Y tus cosas. Extrañas y que no entiendo. “¿Qué más quieres que te diga que no te haya dicho ya?”, le susurré tonto de remate. Y me callé algunas ideas que están ‘revoloteando’ como los niños del jardín de tus sueños. Pero que están.
Y al final me desarmas con tu rojo intenso. Rápido. Que me da vértigo, pero del que no puedo escapar. Y dejo de necesitar respuestas. Atrapado en ti.


http://es.youtube.com/watch?v=ie3mbivU7QQ&feature=related

Pdt. ‘Perfecto’ es una de mis favoritas. ¡Ojo a la letra! Un abrazo.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Hijo de la tele

No cabe duda soy un hijo de la tele. Mis primeros recuerdos están ligados a ese aparato tonto y banal, pero que, no lo niego, me ha dado tanta felicidad. No sé muy bien cómo llegó a mi vida. Creo que siempre ha estado ahí y no me imagino que pueda dejar de estarlo.
El primer televisor del que me acuerdo era súper grande. Mucho más que yo. Sin marca. Después, llegó otro en blanco y negro. También ha habido pequeños. Con y sin mando a distancia. El teletexto llegó más tarde. Mucho después que el video. La de horas que me he pasado delante de él... ‘Barrio Sésamo’, ‘Las chicas de oro’ o María Teresa Campos, iconos de mis primeros pasos delante de este mágico aparatillo.
Estos días no puedo estar tanto tiempo delante de ella como me gustaría. Tal vez por eso esté un poco descentrado. Con la sensación de que llego a todas partes tarde. A destiempo.
Tengo un montón de ideas en la cabeza, aunque mi casa, últimamente, siempre esté vacía cada vez que vuelvo. Suelo llegar cansado. Sin fuerzas. Unas veces más satisfecho que otras, y me siento delante de la tele en el sofá azul.
A veces pienso que soy un saco de boxeo. Todos golpean y yo aguanto. Problemas por aquí, problemas por allá y el saco no se rompe. Golpean duro. Cada vez más y a veces estoy a punto de romperme, pero resisto. Como si todos creyesen que soy capaz de sobrevivir a cualquier cosa. Como si no tuviese sentimientos. Ni siente, ni padece, parecen pensar.
Pero la realidad es otra. Me duelen los golpes y me gustan los besos. El otro día soñé con que me besabas. Estaba en una cama extraña. Hacía frío. Respirabas fuerte en la cama de al lado, dabas mil vueltas y yo no podía dormir. Sentí como te levantabas y te acercabas a mí. Me besabas en los labios y desperté. Fue tan real, que no me importó que no lo fuera. Tu saliva se me quedó en el recuerdo. Y ahí sigue mientras veo la tele.

lunes, 24 de marzo de 2008

Subiendo al cielo al Alba

Creo que hoy llovió en Santa Cruz, pero no me importó.
Llevaba en el recuerdo la sonrisa de mi niña. Y también sus cosas, siempre al Alba. Extraño sus abrazos. Sobre todo aquellos que me da siempre que me va a buscar al aeropuerto. Hay pocas cosas que puedan alegrarme más que estar con mi pirata del ciberespacio. Y con su nariz pizpireta.
También hablé con mi otra niña. Dice que está mejor y la creo. Se supone que la veré en un par de semanas. Me ha prometido un paseo por Gran Canaria, después de la gran cita, que tendrá lugar el día 2 de abril. La extraño más de lo que cree, me encanta que me cuente cosas de África.
Debería comprarme un traje. Quedé el próximo sábado para ello. Quiero estar guapo. Para poder subir hasta el cielo. Rodeado de corbatas, que me pierden. Será el día 2 y será un gran día, lo sé.
La última niña en llegar a mi mundo también me alegró el día. Fue con su particular visión de las cosas y del mundo. Siempre me pone contento y me anima. Con sus palabras alcanzo las nubes. También vi a Lacojadeltranvía y a miSol, pero no pude hablar con ellas como me gustaría.

Por todo eso no me importó que esta mañana lloviera en Santa Cruz.

http://es.youtube.com/watch?v=C4U17zLcGNw

sábado, 22 de marzo de 2008

¿Quién de llorar se secó?

Tenía pensado contarte dos historias de tranvía. De esas que me pasan cuando me subo y me pongo a observar ese mundo que está fuera de mí. Ese del que a veces huyo, pero que irremediablemente me atrapa.
Te iba a contar que hoy conocí a Lucía y Marta, que se peleaban por Pablo. Él no debía de tener más de seis años, igual que ellas, y compartía asiento con Marta, pero era Lucía la que quería estar junto a él. Y Pablo quería estar sólo junto a Marta, pero no por Marta sino para no estar con Lucía. “Ya no soy tu amigo”, le dijo y Lucía empezó a llorar y se fue junto a su madre. Y pensé que esa era, tal vez, la primera vez que Lucía lloraba por un chico y deseé que fuera la última, aunque sé que eso será inevitable.
También te quería decir que cuando me bajé de en mi parada al mismo tiempo se apearon dos señores de unos cincuenta, que no pudieron reprimirse y se dieron un beso en los labios. Y soñé con que quizá eso me pase a mí. Con que dentro de veinte años alguien con quien haya compartido cosas importantes me bese porque me quiere a mí y a nadie más.
Te iba a decir todas esas cosas, pero... al final en mi estómago sólo hay dolor. Y no sé si debo... No sé porque sigo perdido. Como vaca sin cencerro o margarita sin pétalos. Hay dolor y pena, pero eso ya te lo he dicho muchas veces. Tal vez demasiadas.
Y vuelvo a llorar. Y lo hago porque no sé a dónde va este camino por el que transito. Y tengo miedo. Y me enfado. Pero sobre todo lloro. Una vez más.

Pdt. ¿La felicidad es algo efímero? No lo sé. La mía es frágil. La letra de la canción es triste, aunque eso no sea una novedad en este universo. Algunas frases
en ella que son auténticas dagas que se clavan en mi corazón.

http://es.youtube.com/watch?v=P_84k3w9TdU

viernes, 21 de marzo de 2008

Anhelos

El sol ha salido. Tímido, pero lo ha hecho. Y siento que estoy bien. Con ganas de hacer cosas. Distintas unas de otras. Todas.

http://es.youtube.com/watch?v=V3ZdHDj0Fa0&feature=related

jueves, 20 de marzo de 2008

Feliz Semana Fanta

¿Qué fue de la mirinda? No lo sé, cuando era pequeño estaba por todas partes y ahora sólo aparece a veces. De repente y en lo sitios más insospechados. Con ese sabor dulzón que no me terminaba de gustar. Prefería el nik de fresa, aunque ahora todo sea muy distinto.
Estos días olerá a incienso y habrá cofrades, muchos, por las calles. La Semana Fanta es lo que tiene. Habrá muchos que expíen sus culpas. Otros seguirán añadiendo delitos a sus mochilas repletas de olvido. Pero casi todos saldrán de sus monotonías diarias.
El sol, el aire y las gotas de lluvia. Todo mezclado en una coctelera. Donde también hay una pizca de miedo y unas lágrimas de amor. El néctar suave de la vida.

Es medianoche y ya no tengo dudas. Ni tampoco temores. Sé, luego existo. Y a cada paso me reivindico. Lejos del pasado. Soy presente y futuro. Lo que está por venir, que será, que es mejor.

martes, 18 de marzo de 2008

Dando vueltas sin descanso

Satisfecho. Soñando con nuevos tiempos. Dando vueltas sin descanso. Deseando cosas mejores. Están en el aire, a mi alcance. Sólo tengo que cogerlas. Estirar un poco la mano y sonreír.
Me apetece apetecer.
Tengo ganas de volver al mar. De pasear al sol. De trasnochar. De dormir escuchando respirar. Y de desayunar un jugo de naranja sin azúcar.
Las canciones bonitas también revolotean a mi alrededor. Suenan sin parar y creo que todo me encanta. Que las cosas tristes ya no lo son tanto y que la gente es más feliz que ayer. Saludan a mi paso.
Los colores son intensos y los libros siempre están abiertos. Con cuentos que descubrir. Llenos de deseos por cumplir. Girando sin parar. A nuestro alcance.Y al final escucho tu voz.

http://es.youtube.com/watch?v=vr8WcwOKqxo

domingo, 16 de marzo de 2008

Camisas, brumas y barcos atracados

El sol se cuela tonto por las rendijas de mi ventana. Mi teléfono está encendido sobre la mesa y la tele cuenta cosas divertidas y curiosas. He lavado mis camisas, a mano. Estaban esperando desde hace semanas, pero mi vida últimamente es un desastre. No tengo mucho tiempo para nada, ni siquiera para mis camisas. Ni tampoco para mí. Extraño el mar. Y pienso en los barcos atracados en el pequeño muelle de Los Cristianos a la espera del próximo cayuco. También en las calles de La Laguna. En la bruma y la humedad de Aguere. En el pasado. En lo que ya sé que no va a volver. En que el tiempo transcurre lento y yo no puedo hacer nada por atraparlo. En los que se han quedado por el camino y en los que sé que pronto dejarán de existir entre mis días. Y me da rabia. Intento evitarlo, pero a veces no hago las cosas que pienso. Y los barcos siguen esperando en el muelle.

http://es.youtube.com/watch?v=HjvKeScPDhE

sábado, 15 de marzo de 2008

Te habías puesto el cinturón

Ayer estuve con Bofilito.
Sí, ayer volvió a ser él. Ese que no sé si va o viene. Ese que al final siempre me pone triste.
Y volví a sentir que nada de lo que hago es suficiente para él. Que quiere más y que da igual lo que yo diga porque simplemente no me cree, ni me escucha.
Y siento que estoy perdido.
Y me acuerdo de Minerva. Esa que llora por ti. La que canta.
Estoy sin fuerzas. Con miedo a tirar la toalla.
Y me enfado conmigo por seguir esperando como Penélope, la de Odiseo. En un triste andén, pero sin zapatos de tacón ni un vestido de domingo.
Y al final me subí al taxi. Mirando las casas que pasaban, una tras otra. Iba rápido. Deseé que llegase cuanto antes.
Y te miré. Estabas tecleando tu teléfono y me di cuenta de que te habías puesto el cinturón y yo no.
Y no pude dejar de pensar en eso. En que te habías puesto el cinturón y yo no. En que mientras mirabas tu móvil, yo las casas que pasaban delante de la ventanilla del taxi que iba a toda prisa.
Y me puse triste.

jueves, 13 de marzo de 2008

En tu camino

No sé qué decir. Tengo que decir algo porque sé que esperas que lo diga, pero no sé el qué.
Tengo miedo a no saber pronunciar aquellas cosas que por arte de magia hagan que todo salga bien. Que todo se coloque en su lugar justo.
Pero tengo que decir algo.
Todo es más fácil de lo que crees. Más sencillo. Eso creo.
Hablas de que a veces comunicamos. Que no hay señal. Que nuestros móviles no tienen cobertura. Que no nos contamos lo que realmente queremos contarnos. Y sabes que no es cierto, que mi teléfono siempre está ahí para ti.
No sé si tienes razón. Supongo que somos como el ratón y el gato. Aunque aquí yo intente ser gato, pero siempre me toque ser ratón. Y eso no está mal. Es lo que quiero.
Tal vez te valga una tontería.
Hace dos o tres años me hablaron de ti. “Hoy he conocido a un chiquito que me gusta para ti”, me dijo ilusionada y excesiva La nancyrubia. No te conocía, no tenía ni idea de quién eras, ni sospeché conocerte algún día, pero el tiempo pasó y te encontré por casualidad.
Después. Mucho más tarde, me enteré de que eras aquella recomendación de La nancyrubia y creí en el destino. En que eras para mí. Que el destino así lo había querido.
Supongo que me confié. Que me dejé ir. Que no puse freno. Que me dejé arrastrar. Y lo peor –o lo mejor- de todo es que no me arrepiento.
Hoy estoy en el mismo lugar que al principio, en tu camino. Eso quiero.

miércoles, 12 de marzo de 2008

No ha llovido

Unas cosas dentro de otras. Como si estuvieran hechas para ello. En perfecta armonía.
Lenguas que se tocan y se extrañan. Suaves. Extremadamente.
Arriba y abajo.
Un día en el que no ha llovido. Y eso no importa.
Un minuto y cuarenta y cinco segundos de palabras.
Cansado.
Satisfecho.
Un chico en el tranvía. Mono. Con un cinto de Calvin Klein. Me mira.
Me río y estoy feliz porque a mi vida han vuelto las palabras.
Todo está bien ahora.
La vida es de colores.


martes, 11 de marzo de 2008

Me encanta tu oreja

Me gusta contarte cosas tontas. Al oído. Y ser el culpable de alguna de tus sonrisas. Una especie de caballero del Zodíaco. De esos que salvan vidas... aunque no estén en peligro. También es que me encanta tu oreja. No sé si te lo he dicho alguna vez.
Y hoy sólo se me ocurren canciones alegres. A pesar de que no apostase por el Chikilicuatre para representar a España en Eurovisión, pero la vida es así. Dicen por ahí que lo que España vota, va a misa... y se supone que votó.
También se impuso Zapatero, aunque todos los políticos que conozco ganaron el pasado 9-M y eso que no todos son del mismo partido. Así da gusto, nadie pierde como en la tómbola.

Pdt. Lorena C no es la candidata española, pero su canción merece estar entre las grandes.

http://es.youtube.com/watch?v=i4agJXMQONk

Pdt2. Estos días me he acordado mucho de esta melodía. No sé por qué será. Pero ahí va. Un abrazo a todos.

http://es.youtube.com/watch?v=YZpuNc0c4K4

sábado, 8 de marzo de 2008

De reflexiones

La distancia más corta entre dos puntos no siempre es la línea recta. Lo sé. A veces ni si quiera basta con estar pegados para estar cerca.
Se acabó, pensé hace un rato.
Aire y tiempo. Eso es lo que necesito. Estar lejos de ti, me repito. Comenzar a caminar en dirección contraria. Aunque no sea lo que quiera. Pero todos dicen que es lo mejor. No sé para quién, pero insisten. Tal vez para mí.
Y me pongo canciones tristes. Una tras otra. Y quiero más. Todo.
Cada segundo que pasa sé que no soy, pero a veces se me olvida. Y permanezco a tu lado. Sin pedir nada. Mirándote. Respirando aire tonto. En medio de todos. Reinventándome y disimulando que todo va bien.
¿Hoy hace sol?
La semana pasada me reconcilié con Las Palmas. La playa de Las Canteras me tentó y soñé que la arena estaba bajo mis pies. Había gente y piedras en el camino y sé que no quiero volver.

Pdt. Dentro de un rato he quedado con Raffaella. Espero que la Casa Azul tenga suerte.

Pdt2. Diría algo sobre la jornada de reflexión y las votaciones de mañana, pero es que voté por correo el lunes y se me ha pasado la emoción. Buena noche a todos.

jueves, 6 de marzo de 2008

La cuchara de cabo rojo

El otro día al abrir la lata del gofio me di cuenta de que ya no estaba aquella cuchara de cabo rojo vieja y divertida, y algo se me encogió en el estómago. ¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Un año desde la mudanza? ¿Más? Ahora todo es distino. Y más desde que comenzó marzo. Este mes está siendo mejor y todas las cucharas ahora son mías.
Hoy ha sido un buen día. Por fin he vuelto a mi mundo. Este que es de muchos colores y sonidos. Este que no se sabe de donde viene ni tampoco a dónde va.
Tengo esa sensación extraña que aparece cuando hay un montón rosa de cosas que contar, pero que no sabes cómo empezar y al final parece que no ha pasado nada interesante. Pero sabes que es mentira, que no es así, y te resistes, aunque las palabras no aparezcan.

Pdt. Os extrañaba a todos. Un abrazo fuerte.