viernes, 30 de noviembre de 2018

La Plaza de Tiananmén

Corría el año 89 del siglo pasado. Los telediarios, sí en aquella época solo había telediarios, abrían sus ediciones un día sí y otro también con las protestas de la Plaza de Tiananmén. Aún recuerda aquella foto, la premiada en el 90 en la que un hombre se enfrentaba en solitario a una columna de tanques de guerra. Pero eso ya es pasado, aunque bien podría repetirse. Y más si se olvida. No sé, a ella le sorprendía que aquello que había estremecido al mundo occidental se hubiera borrado de su memoria, de la de él, o simplemente sería que en aquellos días estaba a otras cosas. No es que quisiera que le hiciera una tesis, pero que no tuviera ni la menor idea la decepcionó un poco… No podía hacer nada, pero ya había llegado a esa fase en la que ni siquiera intentaba explicárselo. Se había dado por vencida…


Pdt. ¡Spoiler! Por cierto, el monstruo de 'Un monstruo viene a verme' no es un monstruo real. No, no es una peli de ciencia ficción al uso, el monstruo es una metáfora del miedo del pequeño a desear que su madre se muera para que deje de sufrir. No se quiere permitir desear o pensar eso y por eso prefiere la idea del monstruo... que todo hay que explicarlo...

martes, 27 de noviembre de 2018

Que arda Troya

Y que arda Troya. Cuántas veces soñó con liarse la toalla a la cabeza y soltar por esa boquita que tenía todo lo que se le atragantaba en la boca del estómago. Y que arda Troya y todo lo que tenga que arder, porque simplemente ya estaba harta de ser el saco de boxeo en el que todos iban a dar. Se había cansado de escuchar sus estupideces de niños ricos, consentidos. Ya no podía más con sus dobles verdades y con sus puñaladas por la espalda. Estaba harta de hacerse la tonta, de hacer como si nada pasara…

Castillos, de Amanda Miguel.

Pd. Ahora sí, y no antes...

viernes, 23 de noviembre de 2018

Este instante

No pienses. Es mejor no pensar en nada. En nada. Que la lavadora, que su run run infernal, se detenga. Que ese machaqueo que nos envuelve día sí día también no nos derrote. Esa es la única forma de seguir vivos. No pensar, como si no hubiera nada más que el ahora. Que nuestro futuro sea este instante. El de ahora. Nada más allá. Este instante, este rayo de sol, estas gotas de lluvia, esta sonrisa, este llanto… El amanecer. Todo lo demás no importa. Y respirar…

Las penas, de The Chamanas.

Pd. ¿Qué pasará mañana?

martes, 20 de noviembre de 2018

De bermudas y pelo pincho

La música suena. Es alegre, de esta hecha para mover el esqueleto. Sí, ya lo sé: expresión viejuna. Empecemos de nuevo. Suena la música, de esa alegre, hecha para no poder dejar de bailar. De esa que te alegra el alma y las caderas. ¡Ay, las caderas qué importante es saber moverlas al ritmo de la música! Bueno, que me despisto. Habíamos quedado en que sonaba la música y era simpaticona. Un poco canalla, pero solo un poco. Él está apoyado en la barra. Si hubiera pasado hace unos años, estaría alejado, detrás de una nube, la del humo de los cigarros… Pero la ley antitabaco acabó con todo eso. Ya casi que no queda magia. Está apoyado en la barra del bar y no sabe qué pedir. Le apetecía un cubalibre, pero tocaba un gintonic. Ya nadie bebe ron. Lleva un pantalón de pinzas y un polo. Sí, solo le faltan los náuticos y el suéter rosa anudado al cuello para cumplir con el estereotipo de niño bien. Bebe despacio. Aquel chico de bermudas y pelo pincho lo tiene loco… Hay historias a las que no les hace falta un final.

Ay ombe, vamo' a relajar el pony, de Aterciopelados y Jorge Celedón.

Pd. Canciones que se te quedan y luego, con el paso del tiempo, caes en la cuenta de su letra...

viernes, 16 de noviembre de 2018

Y eso fue todo

Ahí estabas entrando en tu portal, con las llaves aún en las manos y la maleta apoyada a la pared. A pesar de pasar a tu lado, no me viste. No miraste. Siempre con esa altivez tan tuya marcada en el rostro. Un instante después, las llaves en el suelo y en un segundo vuelen a tus manos. Todo es tan natural. Cierras el coche rápido, aparcado justo en la puerta de tu casa. Abres el portón y desapareces. Y eso fue todo. Un día más, un día menos. Quizá vuelvas de un fin de semana largo o de un viaje relámpago. Tal vez. Y yo seguí andando, sin mirar atrás. A mi paso, alejándome de ti.

Dos extraños, de Diego Ojeda y Alfonso Alquicira.

Pd. Esta canción la descubrí hace unos días, allá por octubre, pero desde aquella noche no he podido quitármela de la cabeza...

martes, 13 de noviembre de 2018

Que todo se sepa

Ahí vamos. Poco a poco. Con sus días buenos y también malos. Así es. Intentando no detenernos demasiado tiempo en los rincones tristes del camino. Decir sin decir porque si dijese ya no podría disimular que todo va bien. Puedo aguantar así, en silencio, pero sé que no podría soportar que todos lo sepan. La vergüenza pesaría demasiado. No podría seguir aparentando. O no me quedarían excusas. Con qué cara iba a continuar como si nada pasase. Ese es mi miedo, que todo se sepa porque ya no habría vuelta atrás...

Chicken wire, de Gecko Turner.

viernes, 9 de noviembre de 2018

Ir rápido a la siguiente

Cuando la primera canción que suena dice todas las cosas que no quieres escuchar, cuando pasa eso corres el riesgo de dejarte llevar y de que todo se vaya al carajo de una vez por todas. Por eso, siempre es bueno pasar rápido, de puntillas, no escucharla bien. Ir rápido a la siguiente. Es mejor pensar que es alegre y que eso que cuenta no va contigo. Pero aunque hagas todo eso, siempre está ahí ese estribillo maldito, que cuando menos lo esperas te asalta y te cuenta que ya todo es diferente. Y te censuras y no escribes todo lo que debieras…

Órdenes para mí, de Marcela Viejo y Manuel Mendoza Coe.

Pd. Algún día, algún día...

martes, 6 de noviembre de 2018

¿Seré uno de esos?

La excelencia, la brillantez son cosas que solo se pueden disimular con constancia. Cuando sabes de tus limitaciones y que será muy complicado que alcances cotas demasiado elevadas, la única solución que nos, que me queda es esforzarme. Cada día un poco más. Y en esa mezcla, un punto irreverente, puede que alguien nos salve. Esa es y no otra mi última esperanza: que alguien salve todo esto. Que diga que no era extraordinario, pero sí sólido, que tengo un pase. Y aparece aquí esa idea de los otros y sus pensamientos. También la dictadura de la gente ordinaria, la que no tiene nada de especial, la que no hace avanzar, sino todo lo contrario. ¿Seré yo uno de esos? Y sé que no me puedo meter en la guerra de las dudas, la de los miedos, porque en ellas no se gana, pero sí se puede perder. Y mucho. Me consuela saber que esta es la verdad, es un paso adelante. Algo que sí he ganado. No se puede vivir con ese puñal clavado todo el rato, el de creer que se es grande y que el universo te rechaza. La insatisfacción solo lleva a la melancolía, y de ahí al odio no hay nada... Toca recoger velas, ir paso a paso, intentando no tambalear. El tiempo, solo el paso de los días, nos podrá redimir.

Fruta, de Sandra Bernardo.

Pd. Y después del discurso, música fresca, frutal para alegrar los sentidos...

viernes, 2 de noviembre de 2018

Me colé

Perdonadme pero el otro día me colé. Les conté algo de Dorotea, la selecta, y no era verdad. En realidad, el selecto se llama Eleuterio, sí, es un tío. Esa era la mentira. La verdad que no lo aguanto, pero ese es un mal menor. No lo impongo yo, sino que es cosa de los otros. Siempre tiene que estar, aunque nuestra sintonía es mínima por no decir que inexistente. Bueno, ya lo he dicho: no lo trago. Por eso ya nunca quedo con los otros. Y eso sí que es una pena.

Leona dormida, de Lupita D'Alesio.

Pd. ¡Vaya foto! Una pena...