lunes, 19 de agosto de 2019

Que le zurzan

La pasada madrugada hubo movida. Sí, y de las gordas. Eran como las cuatro cuando un estruendo despertó a medio barrio. Bueno, solo a las doñas de mi edificio, el resto siguió durmiendo como si nada. Al parecer, según pude contrastar con mis fuentes (las doñas) al día siguiente, Zacarías vino un poco mareado y comenzó a armarla como siempre. Mira que es patoso. Se tropezó con la planta del rellano y le vació toda la tierrita al pobre ficus, tan bonito que estaba. Y cuando en la escalera todo volvió a la silencio fue cuando realmente se montó. Mitad de la casa de al lado se vino abajo. Desde hacía mucho tiempo, todo el vecindario exigía al alcalde que hiciera algo con aquella casa porque cualquier día iba a ocurrir una desgracia. Se caía a cachos. Y así mismo fue. No quedó un bloque en pie. Bueno en realidad, se calló un pequeño techo y los ocupas tuvieron que desalojar. A primera hora ya estaba la policía local, a la que nadie llamó, vallando y acordonando la zona… Y ahora las doñas, mis doñas, están que no viven, con la preocupación en el cuerpo. Porque aquí nadie hace nada y para lo que pudo haber pasado, no pasó nada… Y ahora nuestra manzana está horrible, que parece que no vive gente, con esas mallas negras. ¿Dónde va a aparcar ahora Tinín, que siempre tenía el sitio cogido? Ni que fuéramos del tercer mundo. En fin, que todos son unos ladrones, que solo quieren coger y al pueblo que le zurzan.

Pa dentro, de Ana Mena y Sean Kingston.

Pd. Cualquier parecido con la realidad es pura casualidad...

No hay comentarios: