martes, 27 de agosto de 2019

Y si fuera una playa...

Si fuese una playa, no sería una de esas playas paradisíacas, una de las que da igual lo que avances que el agua no cubre más arriba de las rodillas y las olas apenas mueven el viento. Me gustaría, pero no, no sería una de esas playas color turquesa y tan amable como el tendero del kiosco de Doña Rosita. Sin dudarlo, creo que si fuera una playa, sería una de esas llenas de rocas y en las que el escalón, siempre cerquita de la orilla, te impide dar pie. Más que de corrientes traicioneras, que no, de tacto áspero. Incómoda, difícil, como la vida que nos ha tocado. De las que hay que llevar sandalias cangrejeras para que las plantas de los pies no se te resientan. Y es que hay dolores que nunca sanan…

Escúchame, de Camela.

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