domingo, 14 de mayo de 2023

Flotando en el aire

Bailaba, era libre. Se dejaba llevar y era como si pudiese volar. Aleteaba flotando en el aire al ritmo de la música. Movía las manos, las levantaba, las retorcía como si acariciara al viento, esa brisa que no cuesta respirar, de la buena. Los pies llevaban el son y la cadera le decía que el mundo era suyo. Bailaba y era totalmente él, un niño de nueve años que era exactamente lo que quería, solo eso. Un niño. La alegría se le subía a la garganta y cantaba, tarareaba las estrofas más complicadas y susurraba las partes que sí se sabía de memoria. Aquellas canciones eran su padrenuestro. Aplaudía y llevaba el compás porque era libre y la música un refugio seguro. Y cuando más arriba estaba, cuando casi rozaba el techo con su felicidad, su mirada lo aplastó contra el piso. Hay cosas que un niño no debe hacer en la plaza, ni que fueras una niña. Ni bailes, ni palmas, ni hostias, ponte quieto de una vez que me estás dejando en vergüenza. Se van a reír de ti. ¿Es que no lo ves? Todo eso decía aquella mirada, que le devolvió al suelo, a la vida. Su sentencia de muerte.
 
'Ella baila sola', de Eslabón Armado y Peso Pluma.