sábado, 29 de junio de 2013

Hoy


Hoy es el primer día de un tiempo nuevo. Ha salido el sol y, por fin, todo puede salir bien.

martes, 25 de junio de 2013

Colgado de un árbol

Un jueves de enero se quedó colgado de un árbol. Iba caminando por un sendero y tras parar unos segundos para descansar escuchó una voz que le alarmó. Se irguió y comenzó a buscar el origen. Todo ocurrió en un instante, sin saber muy bien todo desapareció bajo sus pies, todo aquello que había conocido hasta entonces. Se vio colgado de un árbol y sin nada guardado en la mochila. ¿Adónde ir ahora? ¿Qué hacer? Sentía como avanzaban los días, pero no podía disfrutar del sol porque las ramas de su árbol no le dejaban. Las noches eran cortas, no podía plegar ojo. Algún ruido perturbaba sus mañanas, pero la mayor parte del tiempo no había nada, ningún sitio al que ir o donde terminar.

jueves, 13 de junio de 2013

Puedo sentirlo

La vida da muchas vueltas. Quizá demasiadas. Gira y gira y a veces me apetece apearme, aunque sólo sea un rato, para coger aire y volver a subirme. Sería un instante, un ínfimo instante para llenarme de fuerzas y continuar... Continuar o volver a empezar. Ahí está la clave: no sé cómo volver a empezar, cómo reinventarme después de tanto traspiés. Hubo un momento en el que pensé que ya todo siempre sería fácil, sencillo, pero esta vida loca siempre lo trastoca todo y el castillo de naipes se me desmoronó delante de mis pies una fría mañana de invierno. Fue tan complicado llegar, que temo en ocasiones no tener fuerzas para intentarlo una vez más. Una vez más... Sí, la vida da muchas vueltas y no es que el cielo se me haya teñido una vez más de Azul Tokio, sino es que ya estoy cansado de llegar siempre a los sitios por el lado más complicado. Cada mañana me despierto con la sana intención de procurar que las cosas, mis cosas, vayan con tiento. Un poco mejor. Hay martes que lo consigo, pero los miércoles se me vuelven cuesta arriba. Sé que lo bueno me espera a la vuelta de la esquina, que llegará pronto. No me preguntes cómo lo sé, pero lo sé. Está ahí, puedo sentirlo. Tal vez por eso necesite estos descansos en mi camino para poder volver a empezar...

'Cero' de Dani Martín

miércoles, 5 de junio de 2013

Sola

Me enamoré sola, le espetó triste Emeth a Jotaele. “Sé que me enamoré sola y lo acepto. Nunca fui para ti más que alguien en quien apoyarte; alguien que siempre estaba ahí para curarte las heridas de la vida...”, terminó y él seguía guardando silencio. No decía nada, sólo bajaba la mirada. No podía soportar aquellas palabras porque sabía que eran tan ciertas como que el sol siempre se pone por el oeste o que los días en mayo eran más largos. Emeth salió de aquella habitación como si nunca hubiera estado enfadada, aliviada por fin. Se decía que era cierto que ella había aceptado las reglas del juego, pero que todo tenía un límite y el de ella había llegado. No hay nada eterno, nada es para siempre, aunque su dolor, el que sentía porque sabía que su amor solo tenía que morir, le parecía interminable.