miércoles, 24 de julio de 2013

La parte crucial de la nada

Estaba detenido en mitad de la nada. Sentado en medio de un minúsculo desierto. Sobre su cabeza nubes que disparadas viajaban a mundos mejores. También a diestra y siniestra nada se paraba. La vida desbordada bullía ante sus ojos azules. Los pájaros cantaban agitados, las motos rugían todo el día y hasta las tortugas, ágiles, andaban como si su letargo hubiese sido una triste mentira orquestada al principio de los tiempos. Todo iba rápido, la vida, pero él, sin poder hacer nada, continuaba detenido como si fuera parte crucial de la nada.

2 comentarios:

Ce Castro dijo...

;)

Patricia dijo...

Escribes demasiado bonito. Un saludo, ya paro de comentar que debo estar saturándote esto jajaja seguiré leyéndote.