sábado, 11 de abril de 2015

No quedan días alegres

El abismo está ahí, tras esa puerta verde que nunca se abre. Lejos quedan los sueños con olas y delfines. ¿Adónde habrán ido? Solo queda el silencio. Todos se han ido, los marineros los primeros. No hay a quién preguntarle cuánto cuesta una barra de pan, tampoco las amapolas amarillas que circundan la ciudad. Los árboles sin hojas también están tristes, debe ser cosa de la maldita primavera. Aunque con sol todo parece distinto, si persistes te das cuenta de que ya no quedan días alegres y que el juego está a punto de terminar.

No hay comentarios: