Malditas canciones...

¿Qué pasa cuando todas las canciones tristes no son suficientes? ¿Qué pasa entonces? No lo sé. Tocan, pero ya nadie las escucha. Eso pasa cuando llega el cansancio, cuando ya no puedes aguantar más estar enfadado todo el día. Desde que despiertas hasta que el sueño te puede. Quizá no puedas más, quizá. Y vuelven a sonar esas malditas canciones tristes…

Si una vez, de Selena

Pd. Ay, si una vez... Creo que repito, pero es que hoy tocaba esta y no otra...

Estúpido

Tal como está implícito en la «Tercera Ley Fundamental», una criatura estúpida os perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo alguno racional de prever si, cuándo, cómo y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado. 

Allegro ma non troppo, de Carlo M. Cipolla. 

Eres tonto, de Lolita Garrido.

Pd. La canción era fácil. El libro, muy recomendable: Humor e inteligencia.

Les roseaux sauvages

Estos días he repasado una película de 1994, casi ya la prehistoria. Algunos diálogos, algunas imágenes y sigue tan fresca como antes. No he debido cambiar tanto en este tiempo porque sus efectos han sido muy parecidos a los de entonces. Su música estará siempre ligada a aquella secuencia, la de un chico en motocicleta aferrándose a algo que no era real. En un instante uno de los tres protagonistas, aquel chico, confiesa que sabe que se trata de un imposible, pero que se comporta como un auténtico ladrón e intenta robar pequeños momentos… «Una vez le apreté contra mí en la moto», dice o algo así… Solo le queda eso. Supongo que ya he hablado antes aquí de esta película de André Téchiné, Los juncos salvajes. No sé porqué la he recordado hoy, hay imágenes, sensaciones que se te quedan clavadas y es imposible arrancarlas… Están ahí para siempre…

Smoke get in your eyes, de The Platters.

Mentías

He mentido. Sí, lo he hecho y no es que me vanaglorie, solo lo admito. Dije que no esperaba nada y no era así. En lo más hondo, esperaba algo. No sabía el qué, pero ese anhelo estaba ahí, escondido. Quería, pero creo que lo había olvidado. No recordaba que en la lista de pendientes también debía estar yo, aunque fuese en alguno de los puestos de cola. Siempre pensando en todos y ahora no sé qué hacer…

Mentías, de Juan Peña

Vuelta con los libros (y III)

Qué sería de nosotros sin los libros… Supongo que todo sería mucho, muchísimo peor. Aquí va mi tercera entrega… 

Patria, de Fernando Aramburu

El secreto de la modelo extraviada, de Eduardo Mendoza

Persona normal, de Benito Taibo

Historia de un canalla, de Julia Navarro

El asesinato de Pitágoras, de Marcos Chicot

La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero

La sombra del viento, de Carlos Ruíz Safón

Chavs. La demonización de la clase obrera, de Owen Jones

Todo esto te daré, de Dolores Redondo

La sustancia del mal, de Luca D’Andrea

El misterioso caso de Styles, de Agatha Christie

Mansfield Park, de Jane Austen

Mal camino, de Mikel Santiago

Contigo en la distancia, de Carla Guelfenbein

Infalible

Hoy es uno de esos días en los que reconoces que no eres infalible. Sí, lo sabías desde hace algunas semanas, pero no te atrevías a asumirlo. Hoy descubres que sí, que eres el responsable de aquella nimiedad de la que te responsabilizaban y agacho la cabeza. Lo he intentado, de verdad, que lo he hecho. He intentado esforzarme, ser cada día un poco mejor, pero me he cansado de luchar contra molinos de viento. También de tropezarme siempre con la misma pared. He bajado los brazos. A veces cometo errores, me gustaría ser perfecto, pero hoy sé que no lo soy. Quizá a partir de hoy pueda comenzar a salvarme…

Fastidiado de lo bien, de El Caribefunk.

Vuelta con los libros (II)

Después del primero, siempre va el segundo. Lo prometido es deuda. Sigo recordando libros… 

Dime quien soy yo, de Julia Navarro

Agujetas en las alas, de Dani Rovira

A sangre fría, de Truman Capote

La chica del tren, de Paula Hawkins

Libertad, de Jonathan Franzen

Legado en los huesos, de Dolores Redondo        

Hombres buenos, de Arturo Pérez Reverte        

El lector de Julio Verne, de Almudena Grandes

La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza

Ofrenda a la tormenta, de Dolores Redondo

La catedral del mar, de Ildefonso Falcones

El libro de los Baltimore, de Joël Dicker

El desorden que dejas, de Carlos Montero

Vuelta con los libros (I)

La vida está llena de recuerdos. Tal vez un poco tarde, rescato a partir de hoy algunos libros que he citado en los últimos meses… 

Apaches, de Miguel Saez Carral

Perdida, de Gillian Flynn

Cinco cerditos, de Agatha Christie

La última noche de Víctor Ros, de Jerónimo Tristante

Galveston, de Nic Pizzolatto

El guardián invisible, de Dolores Redondo

El mundo de afuera, Jorge Franco

Milena o el fémur más bello del mundo, de Jorge Zepeda Patterson

El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes

Búscame donde nacen los dragos, de Emma Lira

El cuerpo humano, de Paolo Giordano

Mujercitas, Louisa May Alcott

Cumbres borrascosas, de Emily Brontë    

El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon