domingo, 30 de octubre de 2011

Para mezclarse con la oscuridad

Suena una canción. Tim no logra discernir qué dice la letra, sólo intenta bailar. Mover los pies, las manos,… Dejándose llevar. Matt llegó tarde y tomando ginebra. Sus miradas se juntaron un par de segundos, quizá minutos. ¿Quién sabe? Tim se olvidó de todo. Hubo un instante en que le hubiera besado. A pesar de todo. Matt se fue rápido, se fue con sus silencios. No hubo beso, ni caricias. Tampoco baile. Sólo ese instante. Tim ya estaba acostumbrado a ver cómo Matt se iba de su lado para mezclarse con la oscuridad de la noche, con el humo a tabaco, con los dedos de otros. La música seguía sonando. Siempre en inglés. Alegre y acogedora. Tim miró hacia otro lado; hacia el presente, al aire limpio y al blanco de su camisa. Se contó los dedos y seguía teniendo cinco en cada mano. Pensó en que lo malo de hacerse ciertas preguntas está en que quizá nunca encontraría respuestas. Continuó moviéndose, soñando con que sus brazos eran alas y lograba bailar al fin como las mariposas…

'Ser', de Ojalá Muchá

sábado, 29 de octubre de 2011

Algún día le tocaría a él

De pequeño por las noches le gustaba sentarse a su lado. Se quedaba quieto para que pareciese que no estaba allí, se acurrucaba en una esquina y se limitaba a escuchar. A veces hasta se le olvidaba tomarse su taza de leche caliente. No había hambre, sólo ganas de aprender. Le contaba historias, cada una más mundana que la anterior. Algunas eran cuentos de brujas o de miseria. Pocas hubo de amor, la mayoría eran de viudas solitarias o de cómo el barrio comenzó a convertirse en pueblo. Al parecer hubo carreteras de tierra y también mucha podredumbre. Los días se iban sucediendo uno tras otro bajo la atenta mirada del sol achicharrador y que sólo dejaba trabajar hasta la extenuación. Una vez hubo un volcán que dejó intacta a la Virgen y otro un temporal que desbordó barrancos y se llevó por delante a gente de la que nunca más se supo. Almacenó como pudo en su memoria todos aquellos relatos confiando en que algún día le tocaría a él contarlos, pero el tiempo pasaba demasiado pronto y no lo hallaba. Una vez pensó que quizá el chico de pantalón beige sería el elegido, pero no quiso tumbarse a escuchar. Y después de él arribaron a su puerto algunos barcos, más bien pocos, pero ninguno se atrevió a fondear en sus aguas. Y ahora tiene miedo de desvanecerse sin que nadie escuche alguna de sus historias y que éstas mueran en el olvido.

'Cualquier otra parte', Dorian

jueves, 27 de octubre de 2011

Llena de fotos

La calle estaba llena de fotos de Audrey Hepburn y James Dean. Allí donde mirase estaban, por todas partes, como si el tiempo no hubiera pasado o como si alguna vez hubieran estado allí. El bochorno lo cubría todo, pero las fotos permanecían impertérritas viendo como los turistas nunca se quedaban. Y entre tanto bullicio tú, siempre de pasada. Y yo, rezando para que te detengas a mi lado.

domingo, 23 de octubre de 2011

La luz del invierno

Con los deberes hechos. Tim se levantó aquel martes con los deberes hechos. Le había dicho por fin a Matt que éste era su tiempo. Le recitó el presente de indicativo del verbo querer y le confesó después a su almohada que las cartas estaban sobre el tablero boca arriba y que ahora sólo tocaba ver qué ocurriría. Se lamió la sal de la piel mientras dormía y ensimismado volvió a hundirse en aquellos ojos tan oscuros de la madrugada. Hubo instantes en que temió que su miedo se oyese más allá de sí mismo, pero valiente y tierno Tim optó por andar -confiado en que la tarea estaba finalizada y que con buena letra quizá pasase de curso-. Abrió los ojos y supo que la vida se le derramaba por encima y se le colaba por las grietas de la piel. Sin contemplaciones, repleta. Tranquilo, en busca de unos días sin sobresaltos, sonrío brindando por las nubes que se disipan en la lejanía. Abrió las ventanas y la luz del invierno le atravesó suave, con amor…

sábado, 22 de octubre de 2011

Acompasado con la vida

La mañana es tranquila. Los gatos comienzan a despertarse y el run run de las olas casi que no se oye a tantos kilómetros de la playa. El sol gana terreno al rocío y amable y tibio se arranca a cantar una canción de amor. Las flores le hacen los coros y algún semáforo despistado comienza a aplaudir a destiempo. A los chicos les da por zampar hamburguesas con mucha mostaza y ellas optan por el Martini seco. La calle parece en armonía y Matt escucha como su corazón late acompasado con la vida. Empieza a hacer cuentas, memoriza la tabla del ocho, que siempre le pareció la más complicada de todas, y cada vez que dobla una esquina traviesa ríe. A mordiscos se come una manzana roja y busca plátanos verdosos para escacharlos con gofio. Lo intenta en el cielo y descubre su azul, más rutilante que nunca. Y en la azotea descansó, sabiendo que tenía los deberes hechos.

'Se dejaba llevar', Angonio Vega y Ketama

Pdt. Cielo, ¿de dónde sacaste ese azul?

miércoles, 19 de octubre de 2011

Llueve tierra

Llueve tierra. Desde que no estás, las flores se marchitan. Mi corazón, yermo. Las gotas lo secan todo. El frío se hace con las calles y las nubes lo envuelven todo. El silencio se convierte en castigo y las niñas no hacen otra cosa más que rezar. A todos los santos, una y otra vez se oyen sus plegarias y letanías. Las ventanas dejan ver cómo las velas no dejan que la penumbra sea completa. Mi aire se viste de azufre y me cuesta respirar. La piel se me resiste, pero los padecimientos son muchos. Temo que este calvario de Semana Santa se haga eterno y cruzo los dedos para que mis anhelos cojan fuerza y se impongan. Eso hago mientras escucho como ningún taxi quiere detenerse en mi parada. Desalojado de por vida ando sin rumbo fijo. Esperándote...

'El Alma al aire', Alejandro Sanz

domingo, 16 de octubre de 2011

Treinta segundos más tarde

¿A dónde va este sendero, este camino? Y siempre miras hacia otra parte; aunque yo esté a tu lado y el mundo se haya terminado, las luces encendido y los barrenderos echado a andar. Avanzas sonriendo a las chicas que se te cruzan y hago lo que puedo para que te des cuenta de que mis ojos sólo miran un destino. Otean el horizonte porque la verja ya está abierta. Este tren arranca a las seis y tomará rumbo a las estrellas. Pinto las pancartas con letras de colores y en ellas escribo tu nombre. La megafonía repite que por tu propia seguridad deberías subir y soltar los amarres antes de la partida. Lo intento por teléfono. También cuando te susurro que siempre me haces sonreír porque nadie imita a los animales como tú. Y por los pelos no nos encontramos en el bar de los chicos buenos. Mientras entretenido compras la entrada, paso de largo rumbo a la salida sin saber que treinta segundos más tarde nuestros mundos se hubieran encontrado en el andén de la nueva vida que nos espera. Ahora toca hacer tiempo hasta que llegue una nueva oportunidad y desde detrás del cristal mirar cómo la llama de nuestra vela continúa viva…


Pdt. Y con ésta, ya van 800 entradas en Azultokio. Suena 'Hoy para variar' de Cinco de Enero, quizá la mejor elección...

sábado, 15 de octubre de 2011

Ese rincón que nunca nadie te ha descubierto

Y aparece tu boca. Y tus labios. También tus orejas y esa bonita forma que dibujan tus cejas. Después llega el aleteo de tus pestañas e intento escalar en tu nariz. Tu piel junto a mi barba. Recorriendo paraísos extraños sin ser extraños en el paraíso. Regreso a tu cuello y anochece mientras duermo en tu nuez. Me hago con tu mentón y busco ese rincón que nunca nadie te ha descubierto. En contra del viento, navego en tus patillas y me enredo en tu pelo de por vida, como si fuera esa tela de araña que nunca se va. Frente a frente, caigo en tu emboscada. Me miras, pero ya me has vencido. Y al final tu lengua me arrasa y se lleva lo poco que queda, mi alma.


Pdt. 'Te entiendo' es la canción 5 del disco 'Anunciado en televisión' de Pignoise.

viernes, 14 de octubre de 2011

Parece insensible...

Una naturaleza torpe como la de Maurice parece insensible, pues necesita tiempo para sentir. Su instinto la lleva a asumir que nada bueno ni malo ha sucedido, y a resistirse al invasor. Sin embargo, una vez atrapada siente intensamente, y sus sentimientos amorosos son particularmente profundos. Llegado el momento, puede conocer y compartir el éxtasis; llegado el momento puede hundirse hasta el fondo del infierno.

http://www.youtube.com/watch?v=xFrGuyw1V8s&ob=av3e

Pdt. Este fragmento pertenece a la novela 'Maurice' de E. M. Forster y el link a Abba y su 'Dancing Queen'.

domingo, 9 de octubre de 2011

¿Lo sentiste?

Despertó solo, unos segundos antes del terremoto. Abrió los ojos y al instante el pequeño reloj comenzó a estremecerse, igual que los cuadros de la pared. Pensó que aún estaba cansado, que el sueño no le había valido la pena, pero el movimiento duró demasiado rato, como un combate de boxeo. ¿Lo sentiste?, decía escueto un primer mensaje en el móvil. Y ahí cayó en la cuenta: estaba despierto y todo a su alrededor no dejaba de moverse desde que decidiste no decir nada; seguía siendo el saco donde todos antes o después golpean. Era como si las piezas de su rompecabezas no quisiesen colocarse, encajar de una vez por todas, y siguiesen haciendo de las suyas. Ya no recordaba lo que era estar tranquilo, sin que nada pasase, sólo las horas tumbado en una hamaca a tu lado bajo una sombrilla de rayas azules y blancas. Después el teléfono dejó de sonar y las grietas volvieron a su sitio. No hubo grandes desperfectos que lamentar, aunque ahora estaba un poco más triste y cansado. ¿Lo sentiste? Sí y el corazón se me partió en dos.


Pdt. Otra triste, Dani Martín y su 'Lo que nace se apaga'.

jueves, 6 de octubre de 2011

Un buen chico

Eres un buen chico, estampó Rena. Sí, eso dicen…, respondió Matt pensando sin que se le notase en todos los muertos que había ido dejando tirados en la cuneta a su paso. Tuvo que echar la vista atrás y ruborizado prefirió terminar aquella incómoda conversación. De regreso a casa Matt hizo un ligero repaso por aquellas caras a las que casi sin pensarlo no les había dado una oportunidad. Los recuerdos se le quedaron atrapados en la garganta. Después, más calmo, una duda le acunó: ¿Y por qué tú sí?

http://www.youtube.com/watch?v=XMW3giznx-U

Pdt. El Cuarteto de Nos llega con 'El hijo de Hernández'.

martes, 4 de octubre de 2011

Aunque el frío...

En la nevera sólo había yogurt. El calor seguía presente y Tim a veces dejaba la puerta abierta para pasar la tarde. Le gustaba ver la luz siempre encendida, aunque el frío se desvaneciese en sus narices. Sobre todo desde que Bite había dejado de estar. Antes él siempre utilizaba la palabra nosotros, pero ahora le daba apuro. Para todo. Algo le decía que pronto volvería. Era como si su cuerpo, su tripas lo supiesen y no podía dejar de sentirlo. El cubo de la fregona y el plumas le decían que no regresaría, pero se reconocía tranquilo. No era por llevar la contraria a los elementos, quizá la realidad se estampase contra él en un par de días, pero por el momento prefería bailar cerca del congelador dibujando castillos en el aire.

http://www.youtube.com/watch?v=pKxnFPd9aKg

Pdt. Kikirbú, mandinga, kikiribú mandinga...

domingo, 2 de octubre de 2011

El número exacto de rosas (II)

Y cuatro horas después la puerta seguía sin abrirse y a las rosas les dio por ponerse un poco tristes…


Pdt. Quizá una de las canciones más tristes... 'SOS' de Falete.

El número exacto de rosas

Llegas a en punto. Te miras de reojo en el cristal del portal para comprobar que todo está en su sitio. Respiras hondo, sintiendo cómo el corazón que hace unos segundos parecía tranquilo comienza a dispararse. Toda una vida esperando... La camisa más mona, la barba perfilada y los ojos diáfanos. ‘Puedo hacerlo’, mantienes. Las mejillas se te soliviantan. Te detienes un segundo y cuentas el número exacto de rosas rojas, marca de tu amor. Parece que ya está todo. Incluso conservas un puñado de ilusión en los bolsillos. Así que toca tocar el timbre y esperar a que abra la puerta…


Pdt. 'Como tú, ninguna', dice David Bustamante.

sábado, 1 de octubre de 2011

Buscando nido seguro antes de parir

Y la gente sigue todos los domingos tomando la calle para protestar. La corrupción, el cierre de hospitales, el fracaso escolar, el paro, las hipotecas, las expropiaciones,… Todo está revuelto, los camiones de la basura van despacio y los carteros se enfadan porque en mi buzón no está tu nombre, aunque aún tus cartas no comiencen a llegar. ¿Dónde iremos a parar?, se pregunta Mariví cada vez que le toca pagar el pan y don Paco cuando se enteró de que desde hoy el periódico cuesta diez céntimos más. La revolución está en marcha, la de los enfadados. Pero falta otra, la de los que ya no tienen fuerzas para luchar porque se han rendido ante la resignación. Y entre tanta cosa mala apareces tú, esquivo. Como un territorio extraño o como los trenes que parten un segundo antes de llegar al andén seis. Pero el camino emprendido es largo y no hay prisas. Vuelo poco a poco sobre el mar, soñándote. Dando círculos, igual que las perras buscando nido seguro antes de parir. Alimentándome con el recuerdo de tu piel violeta y también de tus orejas. Los gritos me aturden, los ánimos se caldean y no entiendo a quienes ven pasar la protesta tomando unas cervezas sin despeinarse. ¿Les da igual todo? La marabunta se lo lleva todo, lo arrastra, pero me queda la esperanza de tus dedos, de como los mueves cuando hago que no te veo. Y al final, esperándote para dar aunque sea sólo una buena noticia, los megáfonos se quedan en silencio...


Pdt. Repite La Musicalité, pero esta vez con 'La Soledad en mí'.