sábado, 17 de marzo de 2012

El polvo del camino


El polvo del camino se le adhería a la piel. Luchaba porque así no fuera, por mantenerse limpio de mácula, como si eso fuese posible. Así es la vida, se decía cada noche frente al lavabo. Al día siguiente lo volvía a intentar hasta que una mañana de marzo comenzó a darse cuenta de que lo realmente importante en la vida son otras cosas…

2 comentarios:

Romina dijo...

estimado, para mi no hay mejor forma de quitarse el polvo que sacudirse por completo.. de la cabeza a los pies, de adentro hacia afuera.. así nuestro cuerpo queda más liviano, nuestra mente más despejada.. para andar mejor, para ver las cosas más claras. Un abrazo

Ce Castro dijo...

Romina, totalmente de acuerdo contigo. Siempre hay que seguir andando hacia adelante ;)