miércoles, 13 de noviembre de 2013

El próximo verano

Y era una mañana de verano, pero no de un verano cualquiera, sino de ése que no quiere marcharse, ése que ronda septiembre y que inevitable se encamina hacia la eternidad. Te despertabas siempre entre sábanas blancas y te asomabas al balcón con aquellas olas susurrantes, que nos encariñaban aún más. Preparabas un par de tostadas y las aderezabas con frutas de mil sabores. Parecía que todo era posible y no queríamos que aquello finalizase jamás. El sol adormilaba a las salamandras y los niños jugaban a destruir castillos de arena. Pero una mañana de verano le dio por llover, el sol dejó de visitarnos y los niños en el cole dejaron de creer en castillos encantados... Echo de menos todo aquello, también los caramelos junto a la entrada del salón y el tocadiscos sonando sin parar. Habrá que dejar a las cosas pasar, me dicen los detectives que te buscan sin descanso, aunque perdido no sé si con esta tristeza pueda alcanzar el próximo verano...

'Despacito y con buena letra', de El Viaje de Elliot

4 comentarios:

Lola Birlanga Urbán dijo...

¡Me ha gustado muchísimo el grupo de música! Muy buena recomendación. Gracias y besos.

Patricia dijo...

Es breve y sin embargo encierra una historia llena de eternidad, has escogido las palabras de forma que me has hecho sentir verdaderamente nostalgia y tristeza. Ojalá el protagonista llegue vivo al próximo verano, y con ella. Un saludo!

Ce Castro dijo...

Yo tampoco conocía el grupo, lola. Me lo encontré de casualidad y me pareció muy alegre y vital ;)

Ce Castro dijo...

Ojalá también pienso yo. Muchas gracias Patricia por visitarme y por tus palabras. La nostalgia no siempre es triste y menos cuando aún hay esperanza. Un abrazo fuerte.