jueves, 12 de febrero de 2015

Nada escapa

El frío a veces todo lo puede. Te congela los dedos y también las ganas de vivir. Cuando el sol se va, se esconde es más difícil soñar con paraísos que están por venir. Sólo buscas un refugio en el que hibernar. Que pase el invierno, sólo eso, que pase pronto. Que vuelva el aire caliente y las flores. La luna triste se va apoderando de todo, como un fuego que todo lo arrasa. Nada escapa. No eres capaz de resucitar aquella hoguera en la que crepitaban las ilusiones. Poco queda ya. Poco, muy poco. Lejos están California, Anchorage, Montevideo y Valparaíso. Ahora sólo tienes frío.

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