viernes, 13 de mayo de 2016

Miedo a ofender

De jovencita había ganado un premio de oratoria. La madurez, al parecer, había reducido su voz a un solo tono, el de la disculpa, y su personalidad a una serie de gestos desvaídos por el miedo a ofender, o a no agradar lo bastante.

A sangre fría, de Truman Capote.

No hay comentarios: