martes, 14 de junio de 2016

El sendero estrecho

Es bastante jodido darte cuenta de que estás metido en una jaula, de oro, pero jaula al fin y al cabo. Todo podría ir sobre ruedas, pero al ponerse el sol eres consciente de que te falta el aire. Rezas porque todo suceda rápido, porque los días avancen resueltos, aunque ya no tengas ninguna esperanza en lo que está por venir. Solo permanecer así, sin sobresaltos. Uno va andando como bien puede y sin saber el modo comienza a estrecharse el sendero. Cuando quieres regresar, es demasiado tarde. Tampoco puedes salirte del redil. No hay más opciones.


Let the mystery be, de Iris De Ment

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