domingo, 24 de junio de 2018

En la inopia

La verdad cuando no nos gusta, es igual de verdad que cuando sí. Lo que pasa es que a veces preferimos cerrar los ojos y no escuchar nada. Nos quitamos las gafas y regalamos esparadrapo. Es mejor así, ojos que no ven, corazón que no siente. Y en esa inopia respiramos tranquilos. Inocentes de cuánto ocurra…

1, 2, 3, de Sofía Reyes

Pd. Los silencios esclarecedores lo revuelven todo...

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