domingo, 22 de julio de 2018

Bonito de vivir

Y allí estaba ella, distorsionada igual que lo estaba su vida. Todo iba rápido y las luces la encandilaban. Todo parecía tan bonito. De lejos sí que lo parecía, pero cuando estabas junto a ella sabías que todo era mentira, que las ratas estaban a cada paso y que la basura algún día la enterraría hasta el cuello. Ese era el mundo que había elegido, el de lo fácil, el de ir cayendo poco a poco. Cuando estás en el atolladero lo único que puedes hacer es ir apretándote cada día un poco más la soga que tienes al cuello. Algunas mañanas se preguntó cuándo fue el día que todo comenzó a torcerse. Nunca lo supo, tal vez siempre se había engañado y la vida nunca fue algo bonito de vivir…

Eres cobarde, de Nacha La Macha.

Pd. ¡cuánto arte!

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