miércoles, 25 de marzo de 2009

La misma matraquilla de siempre

Hay cosas que gustan y otras que no. Después de once horas, las ideas parece que se confunden. Dicen que unos estuvieron mejor que otros. Aunque hoy nadie hablaba de ganadores y vencidos. Tal vez por la evidencia de los hechos. Lo que sí queda claro es que eran todos contra uno. El mismo. Así es complicado hacer balance. Pero lo hubo. Mentiras sin pestañear y sin rubor, también. A pelo. La misma matraquilla de siempre. Como el acordeonista de la Calle Castillo. Ese que toca tanto que no distingues las canciones, ni las músicas. Ni tampoco cuando ya no toca. Después los pasillos y el cansancio. Al final de la tarde los sobresaltos y los errores, que los hubo. También llegó Santa Cruz y sus lágrimas de última hora, igual que hoy. Parece que se está convirtiendo en costumbre que serene pasadas las 21 horas. Hoy hubo repaso. Afortunado y desafortunado. Llamadas incómodas, traiciones y frases ocurrentes. Parece que no queda otra. Hasta la próxima, Debate General sobre el Estado de la Nacionalidad Canaria.

http://www.youtube.com/watch?v=RpI4MP8Zwdk

Pdt. Hoy me hubiese gustado ser más claro, pero supongo que es mejor así... y tarareo algunos versos de Conchita: Dile a quien mueve los hilos que hoy no cuenten conmigo, dile que fue suficiente que ya no le necesito. Cuéntale que puedo sola. Tropecé como una tonta, pero ya fue suficiente...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Has descrito perfectamente las sensaciones que sentía cuando tenía que cubrir aquellas largas y tediosas jornadas parlamentarias canarias. Chapeau, maestro.
Firma: el viejo tío Eddy el rojo.

Ce Castro dijo...

jejeje ay! si pudiésemos entrar en detalles... otro gallo nos cantaría. Espero que estés bien. Un abrazo fuerte.