lunes, 13 de agosto de 2012

No había superhéroes

Momó nació un seis de diciembre. Hacía calor, pero también había algunas nubes. No recordaba cómo era antes, pero no era alguien alegre: Se había olvidado de sonreír. Quizá fue aquella primera discusión donde le zarandeaban o la temprana visita de la muerte. Después vinieron los años de silencio, el encierro, la lejanía y el viaje al interior. Tardó años en construirse su caparazón, allí dentro estaba libre de todo mal. Cuando podía se imaginaba un mundo nuevo, pequeño y donde la gente iba y venía. No había superhéroes. Sólo personas que a pesar de los pesares se querían. Momó se había olvidado de demasiadas cosas, incluso había días en los que lloraba pensando que jamás podría amar. No le gustaba o no sabía cómo abrazar o acariciar. Se sentía infinitamente extraño cuando le tocaba tocar. A veces añoraba todo eso que nunca tuvo y luchaba contra sí mismo porque le gustaría recobrar su infancia. Tal vez jugar a la pelota o a los exploradores. Dejar de tener las manos atadas y poder extender las alas para volar…

'Macumba', de Verónica Castro

2 comentarios:

Romina dijo...

hola!
ayer fue el día del niño aqui en Uruguay y hoy hice un post que en algo se relaciona con lo que escribiste.
Te invito a que lo veas, aunque sea por esta vez
http://puentesdero.blogspot.com/2012/08/pais-de-las-maravillas.html
saludos

Ce Castro dijo...

Me pasaré, gracias Romina por estar por aquí. Espero que tengas un buen día. ;)