martes, 12 de julio de 2016

Tanto desorden



La mesa del salón esta atestada de cosas, apuntes, una lámpara, lápices de colores, un par de rosas secas y una botella de agua por la mitad. Se preguntó cuándo recogería tanto desorden, pero estaba agotado. Sin fuerzas para seguir. Por eso, quizá, se pasaba las horas muertas mirando por el balcón. Fuera, poca novedad: coches y ruido. También contaminación y deposiciones de perro. Así estaba la vida aquel miércoles de enero.

Travel, de Bastian Iglesias.

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